
Foto Toni Castillo Quero / Atlántica XXII
Tras el anuncio del Gobierno de hacer público el listado de bienes inmatriculados por la iglesia católica desde 1998, Atlántica XXII recupera un artículo de Patricia Gallo publicado inicialmente en septiembre de 2012, antes, por ejemplo, de que en 2015 una modificación de la Ley Hipotecaria eliminara el privilegio a la Iglesia para realizar inmatriculaciones de bienes en un futuro pero consolidando las apropiaciones hechas hasta ahora al no tener carácter retroactivo o se hubiera resuelto favorablemente para sus propietarios casos como el de Palencia que se cita en el artículo y que condena al Estado a pagar 615.000 euros por privilegiar a la Iglesia en el litigo por Santa Cruz de la Zarza en Ribas en abril de 2017 por no haber protegido el derecho a la propiedad de una empresa frente a la Iglesia Católica…
Patricia Gallo, periodista. Atlántica XXII, 23 de agosto de 2018
La Iglesia católica se ha hecho con miles de propiedades sin dueño conocido, no solo religiosas, utilizando un privilegio que le otorga la ley hipotecaria desde 1944. Son ermitas, pero también fincas, escuelas, cementerios, garajes y hasta la Mezquita de Córdoba.
La Mezquita de Córdoba fue construida entre los años 780 y 785 por Abderramán I. Doce siglos después, el 2 de marzo de 2006, la Iglesia católica inscribió el inmueble a su nombre en el registro de la propiedad número 4 de esa ciudad. Lo hizo por 30 euros. Solo fue necesario demostrar que nadie tenía escrituras del edificio y que un obispo «certificara», como fedatario público, que era de la Iglesia. La noticia, textual, apareció en la web de la plataforma en defensa del Patrimonio Navarro. Muchos no se la creyeron, pero es tan cierto como la existencia de Dios para los creyentes. La Iglesia alegó que la Mezquita se construyó sobre una catedral cristiana y que desde el año 1235 está catalogada como tal. No hizo un mal negocio. El inmueble está exento de IBI y además los gastos de conservación corren a cargo del erario público.
Mil casos solo en Navarra
Este caso es quizá el más llamativo, pero no el único y demuestra que la llegada de la democracia no nos hizo a todos iguales ante la ley. En concreto la ley hipotecaria de 1944, en su artículo 206, concede a la Iglesia católica, como al Estado, Provincia, Municipio y Corporaciones locales, la potestad de inscribir a su nombre bienes que no estuvieran escriturados. Se llama inmatricular y está levantando ampollas, sobre todo en pequeños pueblos que creían suya la Iglesia, la casa parroquial o incluso la del maestro por haberlas construido y arreglado con sus manos y sus dineros, y que ahora descubren que han pasado, «como por arte de magia», a manos de la Iglesia, que en determinados casos ha decidido vender para sacarse algunos euros.
«Ha ocurrido en pueblos donde ya no hay cura o maestro porque son pocos vecinos», cuenta Pascual Larumbe, miembro de la Plataforma en Defensa del Patrimonio navarro, que lleva ya años luchando contra lo que califican de un «privilegio de la Iglesia católica en un estado aconfesional». Su lucha y su tesón les ha permitido saber el secreto mejor guardado: cuántas posesiones tiene la Iglesia en Navarra y cómo se ha hecho con ellas. Read the rest of this entry »