Repasamos los programas para las elecciones autonómicas de 2023 en Asturias centrándonos en algunos de los grupos políticos que tenían representación en la Junta en la pasada legislatura: PSOE, PP, Podemos Asturias e Izquierda Unida.
Hemos prestado atención en ellos al reconocimiento de la independencia de las Administraciones Públicas respecto a las confesiones religiosas, a la defensa de una escuela pública y laica, a la no discriminación -por motivos religiosos incluido-, financiación de centros privados con fondos públicos…
De los programas revisados, únicamente los de Convocatoria por Asturias (IU-Más País Asturies-IAS) y Podemos Asturies hacen alguna referencia a la laicidad de las Administraciones o a una educación pública y laica
“La educación laica no es una opción entre otras; es el método educativo específico de la democracia”
Fermín Rodríguez / Foto vídeo ______________
2 de enero de 2023
El martes 31 de enero tuvo lugar la tercera, de las cuatro sesiones programadas, del Curso de Formación de Europa Laica.
Fermín Rodríguez, profesor de Filosofía y ex-responsable de Educación de Europa Laica, hablaría de “Los derechos del menor en la Escuela. Carta de laicidad Escolar”. Y lo haría dividiendo la charla en dos partes:
1.- Derechos universales que confluyen en la Escuela (Proceso histórico / Legislación Derechos de la infancia / Del derecho a los hechos. intereses ideológicos y económicos. Situación en el Estado Español)
2.-. Defensa de la Escuela Pública y Laica. (Fundamentos democráticos / La lucha de Europa Laica por la laicidad escolar / Carta de laicidad escolar.
Un crucifijo preside el aula en la que se imparten clases de Religión. / D. S. – Fuente ______________
Enrique Javier Díez Gutiérrez, Público, 13 de noviembre de 2022
Frente al resurgimiento del nacionalcatolicismo o su impulso en las aulas como defiende el neofascismo, debemos abogar por una educación plenamente laica. La laicidad de las instituciones públicas es la mejor garantía de una educación sin dogmatismo y de una convivencia plural en la que todas las personas sean acogidas en igualdad de condiciones, sin privilegios ni discriminaciones. Tanto las católicas como las musulmanas, las ateas, las agnósticas o las protestantes, etc.
La actitud laica tiene dos componentes: libertad de conciencia y neutralidad del Estado en materia religiosa. Cada persona es libre de ser o no religiosa y de abrazar la religión que quiera, mientras que el Estado debe abstenerse y mantenerse al margen de estas creencias y prácticas personales. En este sentido, el laicismo busca separar esferas (el saber de la fe, la política de la religión, el Estado de las iglesias), para garantizar la libertad de conciencia y posibilitar la convivencia entre quienes no tienen las mismas convicciones.
Hezkuntza Laíkoa, Laikotasuna y Euskadi Laikoa – Europa Laica plantean sus objeciones: El nuevo pacto educativo ni avanza en la separación Iglesias-Estado ni en el desarrollo de la libertad de conciencia ni en un sistema educativo universal e igualitario. No da pasos hacia la necesaria laicidad.
Desde las asociaciones Hezkuntza Laíkoa, Laikotasuna y Euskadi Laikoa – Europa Laica vemos que se empieza el curso escolar bajo un pacto educativo que no da ningún paso hacia la laicidad.
Para que una sociedad sea plenamente democrática se ha de garantizar la laicidad del Estado y este nuevo pacto educativo no sólo no supone ningún avance en este aspecto, sino que cimenta y legitima la actual situación.
No deberían existir asignaturas confesionales. Se adquieren conocimientos sobre las religiones en asignaturas como historia o filosofía, pero la escuela no ha de ser lugar para el proselitismo y el adoctrinamiento. Hemos de distinguir entre creencias y conocimientos y en la escuela se han de adquirir los segundos, no las primeras.
El Concordato, los acuerdos del Estado español con la Santa Sede, de 1979 sólo fueron una vergonzosa renovación del Concordato franquista de 1953. La comunidad autónoma no tiene potestad ni sobre dicho Concordato ni sobre los posteriores acuerdos (de 1992) de cooperación con otras tres confesiones (islámica, judía y evangélica), por lo que pocas medidas puede tomar en contra de la asignatura de religión. Pero “pocas” no significa “absolutamente ninguna” y eso es lo que ha hecho el pacto educativo a este respecto: nada de nada. Ninguna mejora respecto a esta “asignatura“ que nunca debió existir y que segrega al alumnado por motivos de convicción religiosa, condicionando los horarios y posibilidades de quienes no optan por cursar la asignatura de religión. Ningún posible avance atisbamos; aunque los pequeños avances sean factibles hoy día, como han hecho en la Rioja o en Islas Baleares, donde se ha colocado tras el horario lectivo.
Pedro Luis Angosto, Nueva Tribuna, 25 de agosto de 2022
El sistema educativo de un país moderno no puede funcionar adecuadamente sin que las distintas partes que lo integran estén coordinadas y coincidan en un mínimo de objetivos, objetivos que creemos deben perseguir la formación humana de los alumnos dentro de valores como el respeto a los demás por muy distintos que sean a nosotros, la solidaridad, la autoestima, la búsqueda de la justicia, la defensa de la libertad y de los derechos humanos; y la formación intelectual, que debe adecuarse, mediante un tratamiento individualizado de los alumnos y los instrumentos suficientes para que éste sea eficaz, a las capacidades de cada cual, intentando en cualquier caso que ningún niño o adolescente sea marginado del sistema. Siempre habrá un itinerario, un procedimiento para que el principal protagonista del sistema pueda desarrollar sus potencialidades y habilidades.
Al Estado corresponde crear un marco legal estable y ágil -lo menos burocratizado posible- que permita a profesores, padres y alumnos poder desarrollar su actividad de forma armónica, satisfactoria, eficaz y estimulante, alejando de una vez por todas el fantasma del desistimiento que desde hace años quiere instalarse en nuestros centros educativos, antes llamados escuelas. Para que eso sea posible, el Estado -y entendemos como Estado al conjunto de las Administraciones Públicas con competencia en la materia- debe concentrar todo su esfuerzo económico -mucho mayor que el actual- en las escuelas públicas laicas, sin interferencias de creencias religiosas de ningún tipo ni de trasvases de caudales a empresas educativas privadas que, en todo caso, deben sostenerse como cualquier otra empresa privada.
Los socialistas asturianos dieron un paso más en su pretensión de alcanzar un sistema educativo totalmente laico y defendieron en sus órganos internos la necesidad de sacar la Religión «fuera de los centros educativos». No solo lo defendieron, sino que lo incorporaron en su nueva hoja de ruta al aprobar por unanimidad una enmienda en este sentido en la Comisión de Derechos Sociales y Educación celebrada el pasado 19 de marzo, en el marco del 33 Congreso de la Federación Socialista Asturiana (FSA) en el que Adrián Barbón revalidó su liderazgo.
Concretamente, se aprobó una enmienda transacional resultado de unificar tres iniciativas presentadas a la citada comisión por parte de Izquierda Socialista, la Agrupación Socialista de Oviedo y la Agrupación Socialista de Castropol con el objetivo, todas ellas, de que se deje de impartir la materia de Religión Católica u otras Religiones en los centros educativos. Argumenta Izquierda Socialista que es el «ámbito personal y privado en el que se deben de tratar las creencias religiosas», mientras la Agrupación de Oviedo apunta directamente a las «parroquias, mezquitas y sinagogas» como los «espacios adecuados» para cultivar la fe, en lugar de los centros educativos.
La enmienda transacional resultado de la unificación de los tres escritos fue presentada por el propio ponente de la comisión, el también alcalde de Piloña, Iván Allende, y contó con el respaldo unánime por parte de los delegados presentes en la sala.
A principios del siglo XXI fui durante varios años sucesivamente vicepresidente y presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE). Hoy soy miembro de su Junta Directiva. Desde entonces una de mis preocupaciones ha sido la educación en derechos humanos, una de las asignaturas pendientes en el curriculum escolar en nuestro país, que ni siquiera la democracia ha logrado darle la importancia que merece. Con motivo del día de los Derechos Humanos, 73 años después de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ofrezco a continuación unas reflexiones sobre el tema con el objetivo de contribuir a su plena incorporación en el sistema educativo en todos los grados, niveles y modalidades.
Escasa -y muchas veces raquítica- es la incorporación de los derechos humanos en los programas educativos de la enseñanza reglada, al tiempo que deficiente su desarrollo por considerarla una asignatura menor. En una concepción bancaria de la educación, por utilizar una expresión de la pedagogía de Paulo Freire, no parece tener cabida el discurso de los derechos humanos.
9 de diciembre: Día de la Libertad de Conciencia 10 de diciembre: Día de los Derechos Humanos
Imagen Pixabay
_________________________
Pedro López López, Público, 9 de diciembre de 2021
Recurrentemente en España, y sobre todo ante modificaciones legislativas a la vista en materia educativa, reverdece el debate sobre educación para la ciudadanía (y “para la ciudadanía mundial”, de acuerdo con la Unesco) y los derechos humanos. Los sectores más reaccionarios se oponen a este enfoque educativo y no dejan de utilizar el falaz argumento de que es una formación para adoctrinar.
Esta manera de “razonar” es muy del gusto del nacionalcatolicismo, que apoyó a un régimen que acusó a los republicanos, que defendían el sistema legal y legítimo, de “rebelión”, cuando Franco y sus compinches fueron los que protagonizaron una rebelión contra el sistema político elegido por los españoles. Si los que se rebelaron acusaron a las víctimas de rebelión, es de alguna manera “lógico” que los que quieren adoctrinar en “sus” valores acusen a los que quieren forman en valores universales de querer adoctrinar.
“Nadie nace odiando, las personas aprenden a odiar, y si pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar”. Nelson Mandela
Jesús Parra Montero, Nueva Tribuna, 18 de agosto de 2021
Una de las palabras que se ha puesto de actualidad para definir cierto comportamiento de un segmento amplio de la sociedad que luchan contra cualquier cambio, exhibido por aquellos individuos que eligen negar la realidad de una verdad que les resulta incómoda, es “el negacionismo”; irracionalmente rechazan aceptar una realidad empíricamente verificable o la validación de una experiencia o evidencia históricas; dan la espalda a la realidad en favor de una mentira que es más confortable para ellos. Las causas de este irracional comportamiento pueden ser diversas: las creencias religiosas, políticas, económicas o sociales, el egoísmo enfermizo, los mecanismos de defensa o las posiciones políticas contra ideas que les resultan perturbadoras. Aunque hoy destaca el negacionismo contra las vacunas del Covid-19, el comportamiento negacionista es mucho más amplio y afecta a muchas más áreas.
Otro de los comportamientos de actualidad, aunque no se utilice expresamente el término, es “la idolatría”. La RAE define este comportamiento como aquella persona que adora o rinde culto a un ídolo; también, quien ama o admira con exceso a una persona o una cosa u objeto. La idolatría ha existido en todas las épocas históricas; en todos los tiempos y culturas, también actualmente, se han adorado objetos o imágenes que representaban a la divinidad; pero las idolatrías del hombre contemporáneo han ido cambiando con los tiempos, los ídolos o divinidades ya no son objetos, sino determinados conceptos y formas de vida con las que nos identificamos; existen, asimismo, otros ídolos más preocupantes ligados a una sociedad que exalta el individualismo y el egocentrismo y que se ha hecho cada vez más tolerante con los caprichos de los propios “egos”: se enaltece el culto a la personalidad. A la vez que se desconocen y permanecen en el anonimato personajes que con su acción, investigación y ciencia han mejorado el mundo, se elige y se admira mundialmente como ídolos a personajes populares o famosos (megaestrellas del deporte o del cine…), hasta caer en el fanatismo y la idolatría. La fama y el dinero, la belleza, incluso el placer, ocupan el lugar supremo en la escala de valores del comportamiento de muchas personas. En el fondo, es la proyección inconsciente de lo que uno mismo quisiera alcanzar o llegar a ser. Los medios actuales de comunicación facilitan en demasía que nazcan “mesías” o se suban “ídolos” a los altares de la fama.
You are currently browsing the archives for the Educación laica category.
Asturias Laica, asociación federada con Europa Laica
Categorías
Archivos
Actos y Convocatorias
Presentación del libro: "Silenciadas pero no olvidadas, Mujeres y represión franquista en Asturias" junio 8, 2023
19:30 h., Les Cigarreres, C. Eladio Carreño, 3, BAJO, 33202 Gijón, Asturias, España
Las olas del 37 junio 19, 2023
19:00 h. Escuela de Comercio-Sede de Gesto, Gijón/ Con Patricia Martínez, periodista y el historiador Antonio Martínez