La Dictadura de Franco se sostuvo gracias al apoyo incuestionable de la Iglesia, lo mismo que la justificación del golpe de Estado contra la II República.

“El pensamiento navarro” periódico navarro (impreso desde 1897 a 1981, aunque con interrupciones), órgano oficial de la Junta Regional Carlista de Navarra.
Víctor Moreno, Nueva Tribuna, 21 de octubre de 2020
De la Carta Colectiva del Episcopado de 1937…
Con relación a la jerarquía católica española, es bastante habitual recordar su Carta Colectiva del Episcopado español a los obispos del mundo, publicado el 1 de julio de 1937, donde se justificaba teológicamente (sic) el golpe de Estado de los militares africanistas. Isidro Gomá fue el autor intelectual y material de dicha carta, pero no se decidió a escribirla hasta el 10 de mayo de 1937, respondiendo así a los requerimientos de Franco quien le pidió que publicara “un escrito que, dirigido al episcopado de todo el mundo, con ruego de que procure su reproducción en la prensa católica, pueda llegar a poner la verdad en su punto”.
Gomá, entonces, solicitó la opinión de varios obispos sobre el particular, quienes le mostraron los inconvenientes de su publicación. El purpurado pasó de tales reparos. Y con Enrique Pla y Deniel, entonces obispo de Salamanca, y con el obispo falangista Leopoldo Eijo Garay, obispo de Madrid, redactaron dicha carta.
Luego, se pidió a los obispos su adhesión a dicha misiva.
Fueron varios obispos los que no firmaron dicho documento, aunque por razones diversas. No la rubricaron el obispo de Menorca, Juan Torres y Riba y el cardenal Pedro Segura, obispo de Orihuela, pero sus motivaciones no eran las mismas que ocasionaron la postura negativa de Javier Irastorza Loinaz, obispo de Ciudad Real, que era nacionalista; el obispo de Vitoria, Mateo Múgica y el cardenal arzobispo de Tarragona, Francesc Vidal i Barraquer, y casi no lo firmó su amigo Justino Guitar, obispo de Urgel y copríncipe de Andorra, a quien el cardenal Gomá llegó a amenazarlo si no estampaba su firma en la carta… Con el tiempo, tanto Múgica como Vidal pagarían cara su osadía por enfrentarse a Gomá.
Se hicieron más de treinta y seis ediciones de la Carta y se tradujo a todos los idiomas de los países donde un obispo regía los intereses católicos. El golpe de Estado estaba justificado por la voluntad de Dios y nada más habría que añadir, toda vez que los obispos eran sus intérpretes aquí en la tierra. Lo demás, la argumentación política, siempre en un nivel más bajo de importancia que la argumentación teológica, era baladí comparada con la artillería doctrinal teológica aportada por Gomá (en la imagen).
A partir de este momento, la deriva golpista de la Iglesia fue en picado hasta convertirse en el brazo doctrinal del fascismo, luego, franquismo y dando un fundamento integrista al nacionalcatolicismo, gracias al cual la religión se convirtió en política de Estado.
Lo de Gomá se veía venir, pues ya en su pastoral del 30 de enero de 1937 había sentenciado: “Quede por esta parte como cosa inconcusa que si la contienda actual aparece como guerra puramente civil, porque es en el suelo español y por los mismos españoles donde se sostiene la lucha, en el fondo debe reconocerse en ella un espíritu de verdadera Cruzada en pro de la religión católica, cuya savia ha vivificado durante siglos la historia de España y ha constituido como la medula de su organización”. Read the rest of this entry »