El presidenta iraní Ebrahim Raisi en la celebración del 44º aniversario de la Revolución Islámica de 1979 en Teherán (Foto de Archivo) / Europa Press ______________
Desde que Jomeini se hizo con el poder en 1979 hasta la actualidad, el régimen iraní ha centrado sus esfuerzos en exportar la Revolución Islámica a los países vecinos y expandir la confesión chií en todo el mundo musulmán. Para conseguir estos fines ha movilizado sus alargados e influyentes brazos públicos y clandestinos camuflados en centros o asociaciones culturales, escuelas, ONG, lugares de culto (husayniyya), servicios de inteligencia, incluso milicias y grupos paramilitares, con la protección y colaboración de las embajadas iraníes. Para la penetración de todos estos actores en las sociedades donde quieren dejar su impronta se utilizan métodos bien estudiados, que van desde la compensación económica a las becas de estudios, o visitas a los lugares santos del chiismo en Iraq e Irán financiadas en su totalidad por las autoridades iraníes, pero también iraquíes.
Convertirse al chiismo conforme a la visión iraní no significa solo abandonar tu confesión o religión y abrazar la nueva confesión, sino exige también ser leal al líder supremo de la Revolución Islámica y apoyar la teoría de Vilayat-e-Faqih (el gobierno del jurisconsulto o el doctor en leyes islámicas), puesta en marcha por el propio Jomeini.
Blas Piñar Gutiérrez, general retirado e hijo del fundador de Fuerza Nueva, participaba en una misa, con presencia de miembros de PP y Vox, en la que se ha impuesto este complemento militar a la Virgen -“la generalísima” según el párroco- provocando el malestar de la comunidad católica: “Es un individuo cuyas posturas políticas han sido asociadas con extremismos y discursos no democráticos”
La Virgen, con el fajín de Blas Piñar / Foto X de la vicealcaldesa de Toledo – Fuente ________________________
Fuentes: Fidel Manjavacas, El Diario / Axarquía Hoy (Pedro Jiménez), 18 de septiembre de 2023
Polémica en Toledo después de que una Hermandad religiosa de la capital castellanomanchega haya convertido en protagonista al general retirado Blas Piñar Gutiérrez, ultraderechista conocido entre otras cosas por ser uno de los promotores del llamado ‘Manifiesto de los 100’ que se opusieron al procesamiento de quienes protagonizaron el golpe de Estado del 23F, en 1981. Es, además, nieto de uno de los golpistas que provocaron la guerra civil española en 1936.
La comunidad católica de Toledo ha festejado el triduo de la Virgen de la Alegría, un conjunto de celebraciones religiosas que tuvo como colofón una celebración eucarística este domingo. En ella se ha impuesto el fajín rojo del general retirado Blas Piñar Gutiérrez (hijo, con el mismo nombre, del fundador de la ultraderechista Fuerza Nueva) a la imagen religiosa titular, en presencia del propio militar y de concejales y concejalas del equipo de Gobierno toledano de PP y Vox.
De igual manera que ya nadie se imagina que haya un cura para inaugurar un edificio público, no resulta lógico que un edificio público luzca ninguna muestra religiosa, ni que un representante institucional acuda a actos de esta índole. Máxime si estos actos enarbolan la bandera de la intolerancia y rozan el discurso soez y anti científico
Durante el pasado mandato municipal, el anterior equipo de gobierno gijonés decidió no acudir a la Bendición de las Aguas que se celebra todos los años a finales del mes de junio, el 29 de dicho mes, día de San Pedro y festividad local. No solo eso, si no que casi in extremis, y a punto de acabar ese mismo mandato, se aprobó un Reglamento de aconfesionalidad o laicidad municipal. Un reglamento con apenas articulado, y con un texto bastante claro y sencillo que tenía como base que cuando un cargo municipal fuera a un acto religioso, lo hiciera por defecto a título personal y no en representación de la Institución. Bueno, eso y que los edificios municipales estuvieran libres de cualquier símbolo o representación religiosa que no fuera un elemento puntual de valor histórico o similar. Ambas cuestiones generaron bastante ruido en los plenos municipales y en la prensa, y bastante menos en la calle, aunque también.
A modo de anécdota, o quizá de aviso de lo que vendría después, resultó bastante curioso que el que sigue siendo portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Gijón y anteriormente candidato a la alcaldía, Floro, anunció en campaña que él no cumpliría lo dicho y sugerido en ese reglamento, y que el sí iría a la Bendición de las Aguas si resultaba elegido alcalde. Esto no ha sucedido, quién sabe por qué…bueno, a lo mejor, lo de decir exactamente lo mismo que la derecha y querer hacer lo mismo que la derecha algo tiene que ver. Y esto es otra historia de la que ya hemos hablado en su momento.
“Creo que es oportuno girar la perspectiva analítica y razonar exclusivamente desde la dimensión religiosa porque entiendo que desde la visión de un creyente queda mejor expuesto el cinismo político”. Un análisis de lo sucedido en Covadonga desde la visión de un creyente
El arzobispo de Oviedo / Eloy Alonso | EF _________________
Adquirí mi formación más importante, la esencial que es la que sustenta la propia conciencia, en el colegio Ursulinas de Gijón, a mediados de los 80. Fui un pésimo estudiante que logró consolidar para sí valores que aquellos profesores y monjas se esforzaron en enseñarnos. De mi vida es de lo poco que no cambiaría, esos son los pilares construidos sobre los cimientos de unos valores familiares religiosos y democráticos. Fue en una sala de estudios de ese centro religioso dónde me afilié al Partido Comunista de España. «Mi militancia política está impulsada por mi creencia católica y en Jesús de Nazaret, eso precede a todo lo demás». Esa frase se la escuché a mi profesor de filosofía y director del cole -«Falo», aún en activo- y fue decisiva para mi compromiso militante. Sin duda la figura determinante fue García Valledor, un referente cristiano en la izquierda asturiana y mi tutor en aquel periodo. Ha habido muchísimos cristianos y cristianas, y de enorme peso político, que han sostenido este proyecto comunista y de IU en el plano político, sindical e intelectual.
Por mi parte, nunca me vi en la necesidad de expresar públicamente que soy un cargo público católico. Creo que una profesión de fe -no que se sepa que eres creyente que es distinto- es innecesaria e impertinente cuando se está ejerciendo la responsabilidad pública, creo que resulta incómoda para quienes no comparten tus creencias y siempre la he considerado una actitud casi indecorosa. Sin embargo, he decidido escribir este artículo como desahogo de un miembro de la iglesia harto de ver cómo se utiliza el sentimiento religioso y no hacerlo desde la posición de un responsable político ejerciente de Izquierda Unida.
Arturo del Villar, Lo quesomos, 22 de julio de 2023
Comenté ayer lo extraño que resulta el hecho de que ningún partido político se refiera en los mítines de campaña a las relaciones entre el reino de España y el llamado Estado de la Ciudad del Vaticano. Parece que todos se hallan satisfechos con los acuerdos vigentes, muy favorables para los intereses de los súbditos de ese presunto Estado consistente en dos edificios y una plaza, en buena parte sostenido por el conocido como óbolo de san Pedro que los obispos entregan a su jefe el dictador absoluto del supuesto Estado: es un dinero recaudado con las limosnas de los crédulos fieles y el pago de los servicios prestados por los clérigos a los catolicorromanos, porque les resulta forzoso pagar desde el bautismo al nacer hasta el funeral al morir, y toda la vida por medio. Quien proteste es anatema y queda excomulgado, como yo, por ejemplo, cosa que nada me importa.
El arzobispo de Uviéu (en el idioma oficial Oviedo, capital del Principáu d’Asturies), Jesús Sanz Montes, que es franciscano de la observancia y miembro de la Comisión Permanente y de la Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española, se interesa por el tema. Ha publicado una “Tribuna abierta” en el diario madrileño archimonárquico y protofascista “Abc”, titulada “De incendios y elecciones generales”, fechada el 11 de julio, en la que analiza lo que denomina “el desplazamiento calculado de la presencia cristiana en la sociedad”.
El arzobispo de Oviedo irrumpe en la campaña para atacar al Gobierno y defender a Vox
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en la inauguración de la peregrinación europea de jóvenes en Santiago de Compostela, en agosto / César Arxina (Europa Press) ______________
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha irrumpido en la campaña electoral del 23-J con una carta pastoral en la que, bajo el título De incendios y elecciones generales, critica veladamente al Gobierno, por utilizar “indultos como monedas de cambio”, defiende a los tildados de “ultracatólicos”, en alusión a Vox, y se burla de la activista sueca Greta Thunberg “con sus cambios climáticos y demás corifeos que la jalean”, para acabar pidiendo el voto para los “verdaderos bomberos”, frente a los “pirómanos mendaces”.
Con un lenguaje críptico, que no oculta, sin embargo, sus posiciones políticas, el arzobispo de Oviedo, miembro del Comité Ejecutivo y de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, se queja de la supuesta “censura implacable” que sufre la “presencia cristiana en la sociedad” por parte de los “nuevos predicadores”. A continuación, califica de “adjetivo lleno de prejuicio etiquetador” el término ‘ultracatólico’, con el que los medios de comunicación se han referido a dirigentes de Vox que rechazan el aborto y la eutanasia en cualquier supuesto, se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo y quieren convertir en ley sus propias convicciones morales, además de escribir, como el nuevo presidente del Parlamento balear, Gabriel Le Senne, que “la mujer es más beligerante porque carece de pene”.
“Uno de los déficits de la democracia española es que la separación estricta del Estado y la iglesia no está garantizada y sin embargo la secularización de la sociedad es muy profunda y la irrupción de otras religiones, como consecuencia de la inmigración, debería presionar por una aspiración laica del Estado”
Iglesia de San Isidro Labrador, en el barrio de La Laguna, afectado por las coladas de la erupción del volcán de Cumbre Vieja / EFE/Miguel Calero _____________
Antonio Gómez Movellán, Público, 11 de junio de 2023
La convocatoria anticipada de elecciones generales no detendrá el desencanto de una gran parte de los ciudadanos ya que las ilusiones que se abrieron, hace una década, sobre una reforma política se han agotado y nos encaminamos a un reforzamiento del bipartidismo turnista; los partidos políticos que, de una u otra forma, planteaban impulsos de regeneración política y de reformas estructurales, desde la derecha o desde la izquierda, han fracasado electoralmente perdiendo su credibilidad, dada su incapacidad para catalizar las reformas, y su electorado o bien se abstiene o se instala, de nuevo, en esa concepción del turnismo político; además, los votantes más jóvenes están alejados de cualquier planteamiento de aquel ciclo político que se abrió con el 15 M; solamente una cierta izquierda nacionalista se ha salvado de esa erosión electoral, sabiendo conectar con aspiraciones verdaderas de reforma política.
No sé a ustedes, pero a mí este festivo regional que el gobierno de la Junta se sacó de la manga me parece difícil de justificar en un Estado laico como el que se dice que tenemos. Desde que se celebra, siempre lo he visto como un festivo incómodo. Y, si me apuran, también inoportuno por lo de caer siempre en jueves conforme a los dictados del calendario litúrgico (¿se acuerdan de aquello de «tres jueves hay en el año que relucen más que el sol»?)
Curioso laicismo el de nuestros gobernantes, que se pliegan a tradiciones medievales y a exigencias de la jerarquía católica, en lugar de dar prioridad a un calendario laboral basado en la racionalidad y en el descanso que merecen los trabajadores. No quiero pensar que lo que el asunto esconda sea el despotismo de una clase política afincada en Toledo, la pretensión de imponer tradiciones que allí son seculares y en el resto de la región apenas existen.
En cuanto al trasfondo religioso, creo que nada hay más privado que la fe, por lo que resulta difícil entender que ésta impregne algo tan público y de todos como el calendario laboral.
Ayuso copia los esquemas narrativos de los integristas que se han adueñado del Partido Republicano de Estados Unidos, para los que la izquierda pone en riesgo la esencia y continuidad histórica de la nación
Isabel Díaz Ayuso durante una intervención en un acto en Majadahonda (Madrid) / Europa Press ___________
Ángel Munárriz, InfoLibre, 17 de mayo de 2023
Quienes leen estas líneas recordarán a Yadira Maestre, aquella evangélica colombiana que la montó en un acto del PP. Sus alertas contra el demonio, sus sanaciones milagrosas, sus bendiciones para Feijóo y Ayuso, en general toda aquella mezcolanza de ideas políticas y religiosas llamó nuestra atención. Los dirigentes del PP se incomodaban dando explicaciones. Apostaría a que no va a ser usual que el PP pueble sus atriles de evangélicos extáticos. No creo que haya muchas más yadiras en actos del PP. Astracanadas así no salen a cuenta. Ahora bien, eso no significa que el evangelismo exaltado no esté calando en la derecha española. Lo está haciendo y a fondo. Pero no de esa manera. Para calibrar el grado de penetración del evangelismo radical en la derecha española hay que mirar menos a Yadira o a las organizaciones de inspiración yunquista que hacen oír sus disparates y más a Isabel Díaz Ayuso, por más que la presidenta madrileña ni siquiera profese esta religión. Para entenderlo hay que centrarse menos en el qué religioso y más en el cómo narrativo.
El PP nacional asume los vínculos de Ayuso con este movimiento religioso asentado en la comunidad latina que no oculta sus aspiraciones de construir Estados confesionales autoritarios
Fieles del Centro Apostólico Cristo Viene (Madrid) | Foto: Apóstol Yadira Maestre Wilches en Facebook ____________
Gorka Castillo, Elena de Sus, CTXT, 18 de abril de 2023
Los domingos son días de fe en el barrio madrileño de Usera. En la nave 7 de la Avenida de Córdoba, el centro evangelista neopentecostal Apostólica Cristo Viene reúne a una legión de fieles que parecen unidos por el sueño de Bolívar. Ecuatorianos, peruanos, venezolanos, colombianos, mexicanos, dominicanos y hasta algún rumano comparten idéntica fidelidad, cantan las mismas estrofas, claman el mismo credo. La iglesia de Usera no es el único punto de encuentro neopentecostal abierto en la capital. Cada devoto dispone de un puñado de templos donde elegir, buscar a Dios o la complicidad de otros fieles. La pastora principal del rebaño, “apóstol” para los feligreses, es Yadira Maestre, una ultraconservadora de origen colombiano y lengua afilada que bendice a los discípulos con frases que calientan su alma: “Tú eres hijo de Dios pero el enemigo no quiere que lo entiendas”.
Ellos replican las palabras de la predicadora con gritos de “aleluya” o “sí, soy hijo de Dios, amén” y alzan las palmas, y bailan al son de una cumbia que sube el fervor de una parroquia entregada a la proclamación terrenal de que Dios existe y habla a través de la pastora. Hay algo de show business en una actuación modélica que recuerda a aquellas liturgias que acompañaban a Jair Bolsonaro en Brasil. Basta con contemplar la fascinación que ejerce Maestre sobre sus disciplinados feligreses, cómo les habla de los vicios depravados que arruinan al hombre y de sus conexiones con la política actual.