La aplicación práctica de la libertad de expresión y la consideración de lo que es o no ofensa del sentimiento religioso parecen depender en muchos Estados de si afectan o no a la creencia mayoritaria
Javier Ramón Solans, CTXT, 31 de octubre de 2020
La brutal decapitación del profesor Samuel Paty ha golpeado con fuerza en el corazón de los valores de la República francesa: la laicidad y la educación pública. El blanco del atentado, el profesorado, no sólo es nuevo, sino que es especialmente importante porque se encuentra en la base del proyecto de convivencia. Además, nos encontramos ante un colectivo indefenso, sometido a un enorme estrés y que trabaja en condiciones muy difíciles, especialmente en aquellos centros más abandonados por la República y que precisamente pueden ser objetivos más fáciles de estos ataques. Los funerales de Estado que le han reservado al profesor Paty, así como la concesión a título póstumo de la Legión de Honor, ilustran la importancia que concede Francia a sus docentes en el proyecto republicano.
Como era de esperar el atentado ha despertado una condena unánime por parte de una sociedad indignada y hastiada ante estos continuos ataques contra la libertad de expresión, la convivencia y la propia vida de las personas. “Je suis prof” ha sido el principal lema de una protesta que también ha recurrido de nuevo a las caricaturas de Mahoma, inundando pancartas y medios de comunicación, convirtiéndose en un símbolo de la lucha contra la intolerancia y el fanatismo. Su presencia en las manifestaciones está obviamente justificada por el hecho de que estas fueron el “motivo” que arguyó el terrorista para acabar con la vida de Paty. Read the rest of this entry »