Blas Piñar Gutiérrez, general retirado e hijo del fundador de Fuerza Nueva, participaba en una misa, con presencia de miembros de PP y Vox, en la que se ha impuesto este complemento militar a la Virgen -“la generalísima” según el párroco- provocando el malestar de la comunidad católica: “Es un individuo cuyas posturas políticas han sido asociadas con extremismos y discursos no democráticos”
La Virgen, con el fajín de Blas Piñar / Foto X de la vicealcaldesa de Toledo – Fuente ________________________
Fuentes: Fidel Manjavacas, El Diario / Axarquía Hoy (Pedro Jiménez), 18 de septiembre de 2023
Polémica en Toledo después de que una Hermandad religiosa de la capital castellanomanchega haya convertido en protagonista al general retirado Blas Piñar Gutiérrez, ultraderechista conocido entre otras cosas por ser uno de los promotores del llamado ‘Manifiesto de los 100’ que se opusieron al procesamiento de quienes protagonizaron el golpe de Estado del 23F, en 1981. Es, además, nieto de uno de los golpistas que provocaron la guerra civil española en 1936.
La comunidad católica de Toledo ha festejado el triduo de la Virgen de la Alegría, un conjunto de celebraciones religiosas que tuvo como colofón una celebración eucarística este domingo. En ella se ha impuesto el fajín rojo del general retirado Blas Piñar Gutiérrez (hijo, con el mismo nombre, del fundador de la ultraderechista Fuerza Nueva) a la imagen religiosa titular, en presencia del propio militar y de concejales y concejalas del equipo de Gobierno toledano de PP y Vox.
Hermandades y cofradías participaron en la represión franquista. La historia, no contada, de la Hermandad de Nuestra Señora de Barbaño, Patrona de Montijo (Badajoz).
Montijo, 28 de agosto de 1936. A la madrugada siguiente comenzaron los fusilamientos / Fuente foto ____________________
El 25 de marzo de 1925, mientras la mayoría de la población mataba el hambre a costa de pan y gazpachos, el señor obispo de Badajoz y el cura párroco del pueblo de Montijo, don Juan Pérez Amaya, junto al de Puebla de la Calzada, se dieron una opípara comida, en compañía de otras autoridades locales y provinciales, disfrutada en la sede de la Comunidad de Labradores de Montijo, en la calle Felipe Checa. En el banquete se sirvió el siguiente menú:
Entremeses variados. Tortilla a las finas hierbas. Ternera a la jardinera. Merluza con salsa tártara. Menestra de Bruselas. Pavo trufado. Postres: Mantecados, galletas, frutas y queso. Vinos: Rioja, champagne. Café y licores. ___________
Las investigadoras e historiadoras Elena Ràfols y Maria Verdú, de Circare, un grupo de investigación de la UB sobre la infancia tutelada en el franquismo, han pedido este lunes que los abusos y el padecimiento sufridos por estos menores se incluyan en la Ley de Memoria Histórica o en una nueva legislación
Dormitorio del internado de Los hogares Mundet en Barcelona durante el franquismo / Fuente foto
Las investigadoras e historiadoras Elena Ràfols y Maria Verdú, de Circare, un grupo de investigación de la Universidad de Barcelona sobre la infancia tutelada en el franquismo, han pedido este lunes que los abusos y el padecimiento sufridos por estos menores se incluyan en la Ley de Memoria Histórica o en una nueva legislación.
Ambas expertas han comparecido hoy ante la Comisión de Investigación sobre la Pederastia en la Iglesia del Parlament de Catalunya para dar cuenta de su investigación, además de otros expertos en violencia sexual en el deporte y de un recurso especializado para la prevención del abuso sexual infantil.
Verdú ha reclamado que los supervivientes y sus familiares “puedan consultar y se ordenen” los archivos que recogen la estancia de estos menores en centros dependientes de la Iglesia o laicos, dado que actualmente, al tratarse de documentación relativa a menores, tienen que pasar 50 años para ser consultados, un periodo de tiempo que puede hacer olvidar estos testimonios.
Los últimos casos de cancelaciones han reavivado un debate sobre el control político y el uso de la cultura que nos devuelve a épocas que creíamos superadas
Ramón Serrano Suñer, ministro y cuñado de Franco, acompañado del jerarca nazi Heinrich Himmler / Fundación Castañé – Reproducción de Estudios Laluna _____________
No había acabado de leerla, aunque el censor ya barruntaba la escabrosidad que sugería la obra de teatro que tenía entre manos. Aquello iba de un asunto amoroso entre dos mujeres, pero lo que realmente molestaba a Emilio Morales de Acevedo –crítico teatral del Marca– era el tufo existencialista que rezumaban ciertos diálogos. Los otros dos censores que examinaron el texto no parecieron reparar en el drama lésbico que planteaba ¿Odio?, aunque coincidieron en que el autor, un tal Rafael Rosillo, tendría que refrenar su escepticismo y reescribir la obra, si quería estrenarla a comienzos del año próximo, 1950.
Los últimos casos de censura han reavivado un debate sobre el control político y el uso de la cultura que nos devuelve a épocas que creíamos superadas. El problema es complejo porque su naturaleza arraiga en el umbral de nuestra memoria. Tan antigua como las artes y las letras, la censura ha ejercido de inevitable sombra de la cultura. Nítida o difusa, mudable según la hora del tiempo y de la historia, ostenta jactanciosa apellidos grandilocuentes (política, religiosa, moral, estética…) y alienta a sus precursores a despachar alegremente las verdades definitivas, como quien reparte golosinas a los niños. Porque ya nuestros antepasados de la Antigüedad comprobaron la ineficacia de la censura sin el concurso de la propaganda y de una batería de razones que justificasen, más que nada, la estabilidad de sus gobiernos.
Apenas hay rastro oficial ni se ha hecho memoria del Patronato de Protección a la Mujer, una institución que entre 1941 y 1985 encerró en centros regentados por órdenes religiosas a jóvenes que transgredían las normas morales de la dictadura y las sometió a duras condiciones de vida
Expediente de una de las internas del Patronato de Protección a la Mujer de Sevilla en el que constan los resultados del “reloj moral”, una de las pruebas que les realizaban / Archivo Histórico Provincial de Sevilla ______________
“Motivos por los que se ha solicitado que sea acogida: niña rebelde”. Rocío Paso Jardiel todavía se estremece al recordar las palabras que el régimen franquista dejó escritas en su expediente antes de ser internada con 14 años en un reformatorio. Esa tarde sus padres le habían pedido que se arreglara para salir con ellos y un amigo de la familia, pero nadie le explicó a dónde iba ni cuánto tiempo iba a estar allí. “Al llegar me metieron a una sala, me miraron de arriba a abajo, me quitaron toda la ropa y me pusieron una bata gris y unas alpargatas. Yo pensaba que estaba en otro colegio de monjas normal, pero empecé a ver rejas y rejas y rejas…”, recuerda.
Rocío, que ahora tiene 69 años, no estaba en un colegio de monjas como otro cualquiera. Había sido ingresada en el antiguo Palacio de los Condes de Montijo, en Carabanchel (Madrid), uno de los centros que el Patronato de Protección a la Mujer tenía entonces por toda España. Como ella, miles de niñas y adolescentes fueron encerradas en estos lugares entre 1941 y 1985, privadas de su libertad sin juicio ni garantías y sometidas a duras condiciones de vida. No habían cometido un delito, pero sí un pecado a ojos de la Iglesia y de Franco: el de transgredir las férreas normas morales que la dictadura había impuesto a la población femenina.
El 4 de mayo de 1938 el Vaticano reconocía al de Franco como el legítimo gobierno de España, pasados casi dos años desde el estallido de la Guerra Civil
El papa Pío XI con el cardenal Pacelli (izqda.) a principios de los años treinta / (Dominio público) __________
Francisco Martínez Hoyos, La Vanguardia, 4 de mayo de 2023
La Guerra Civil española estalló en 1936. Sin embargo, el Vaticano no reconoció al gobierno de Franco hasta dos años después. ¿Por qué esta considerable demora? Las relaciones entre los sublevados y la Iglesia no siempre fueron tan armónicas como podría parecer a primera vista.
Contra lo que pudiéramos creer, el hecho es que las quejas de los rebeldes contra Roma fueron constantes. Así lo explicaba el historiador y monje de Montserrat Hilari Raguer enLa pólvora y el incienso (Península, 2017). Los denominados “nacionales” lamentaban que L’Osservatore romano , el periódico oficioso de la Santa Sede, dieran demasiado protagonismo a noticias que les eran desfavorables, mientras que las favorables recibían poco espacio. En realidad, detrás de esta crítica había más victimismo que otra cosa.
Uno de los generales sublevados, Miguel Cabanellas , escribió al cardenal Pacelli, responsable de la política exterior vaticana (y futuro Pío XII ), para explicarle que los rebeldes desean entablar relaciones oficiosas con el Vaticano. Ese sería un primer paso de cara a establecer un vínculo diplomático completamente normal.
Organizado por el Grupo de Investigación (GI) Memoria social contra la impunidad, el pasado mes de marzo, con motivo del 8 de marzo, tuvo lugar en la Sala de Grados de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología una Jornada sobre Maternidades robadas, iglesia e impunidad.
En la Jornada participarían, Pilar Navarro, de la asociación “Todos los niños robados son mis niños” y Matías Viotti, doctor en Antropología y Sociología, y miembro del Grupo de Investigación (GI) Memoria social contra la impunidad. La presentación corrió a cargo de Ángeles Diez (Doctora en Ciencias Políticas y Sociología)
“Con la Jornada Maternidades robadas, iglesia e impunidad, hemos querido dar voz a uno de los crímenes más oscuros y silenciados del franquismo que continuó hasta bien entrada la Transición. Desde diferentes organismos como la Obra de Redención de Mujeres Caídas (1941-1956), el Patronato de Protección de la Mujer (1941-1984) o La Asociación Española para la Adopción (1969-1985) un gran número de niños y niñas sufrieron la muerte en prisiones especiales de mujeres, fueron arrebatados de sus madres para ser internados y “educados” en las instituciones del Estado franquista o fueron entregados sin el consentimiento de sus progenitores a familias consideradas “decentes”. Se trató de un sistema “reeducativo” que afectó a cientos de miles de niños y niñas apropiados entre los primeros años de la dictadura y hasta bien entrada la Monarquía Parlamentaria. Se trata de crímenes todavía impunes.
Después de la excelente acogida de las sesiones del Curso de Laicismo 2023, Europa Laica se ha planteado profundizar en el laicismo en nuestro país con charlas a cargo de colaboradores de Europa Laica sobre libertad de conciencia y laicidad.
Así, comenzando el 14 de febrero, se están celebrando un martes de cada mes a las 19h retransmitidas en abierto vía Zoom.
La charla impartida por Eduardo Montagut, Doctor en Historia Moderna y Contemporánea (UAM) y profesor de E. Secundaria, fue la tercera de las cuatro programadas. [Datos biograficos, en su blog]
“Elena Francis, la primera influencer” es un programa documental que analiza el rol de la mujer en la sociedad española a lo largo de más de 30 años de historia tomando ‘El consultorio de Elena Francis’ como vehículo narrativo. El programa radiofónico (de 1950 A 1984) permite analizar el recorrido vital de muchas mujeres anónimas que recurrieron al consultorio ávidas de respuestas a sus inquietudes, miedos y dudas. Mujeres que lo único que encontraron en Elena Francis fue el discurso de un aparato más del régimen franquista con el que trataban tanto cuestiones del día a día como temas tabúes en una sociedad rígidamente estructurada en los pilares ideológicos de la dictadura: la Iglesia, la Falange y una concepción ultraconservadora de la existencia femenina. Ahora, un grupo de profesionales de muy diversas áreas analiza la génesis, desarrollo y declive del consultorio que durante décadas marcó a muchas mujeres cómo debían pensar, actuar y ordenar hasta las más insignificantes parcelas de su vida.
Por atrevido que pueda sonar, el símil con los creadores de contenido actuales no es ni mucho menos excesivo para profesionales como Santiago Hernández, responsable de Puromarketing, que argumenta en tres aspectos sus similitudes: “Un influencer tiene que tener una audiencia de cierto tamaño, y en este caso la había, por ser el medio rey de la época. El segundo aspecto crítico es el poder de prescripción, y ella tenía una horda de personas dispuestas a hacerle caso, tenía relevancia sobre esa audiencia. Y, por último, una buena relación con las marcas, y ella, que pertenecía directamente a los laboratorios Elena Francis, tenía mejor relación que nadie”.
El papel de la imagen en los manuales escolares es doble: por un lado, tiene una vertiente dirigida a la adquisición de conocimiento (función instructora) y por otra, a la transmisión de actitudes, valores y normas (función transformadora). Esta segunda es una fuente valiosa de investigación histórica, educativa y comunicativa.
Las imágenes de los manuales escolares no están muy estudiadas. Por esta razón, hemos centrado nuestra investigación en el contenido y características de los catecismos durante la etapa franquista en España (1939-76). Hemos tenido en cuenta la legislación de la época relacionada con la publicación de manuales escolares, la presencia de las imágenes, qué tipos de imágenes incluían y su función, tanto didáctica como para la transmisión de modelos sociales e ideología.
Nuestros resultados indican que las imágenes de los catecismos escolares no son simplemente reflejos de una realidad que facilita el aprendizaje de los contenidos que se imparten en las escuelas sino que, además, se convierten en una herramienta eficaz en la transformación de los valores y el pensamiento ideológico y religioso del contexto social en que se producen.