Llamamiento al rechazo del inventario oficial.
Redes Cristianas, 1 de marzo de 2021
Comunicado de «Redes Cristianas», plataforma formada por más de 200 grupos, comunidades y movimientos católicos de base del Estado español
No se puede recibir como bueno lo que justifica una apropiación fraudulenta
Con varios años de retraso, el 16 de este mes de febrero de 2021, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, presentó en el Consejo de Ministros con remisión al Congreso de Diputados un listado de los bienes inmatriculados por la Iglesia católica entre los años 1998 y 2015. El listado ha venido siendo insistentemente reclamado durante los últimos 15 años por diferentes asociaciones patrimonialistas civiles y religiosas.
Es importante señalar que, aunque el inventario representa solo una pequeña parte (un tercio) de los 100.000 bienes que se estima que han sido inmatriculados, la publicación de este catálogo supone un gesto muy positivo. En primer lugar, porque por primera vez y de forma oficial, se reconoce la presunta inconstitucionalidad de unos actos directamente realizados contra el patrimonio público y que afectan, además, a la justicia democrática del país.
Y, en segundo lugar, porque abre la puerta a posibles reivindicaciones de la propiedad de unos bienes, registrados en secreto y de forma opaca por la jerarquía católica, al amparo de unas leyes surgidas durante la dictadura franquista o ya en la democracia, pero de muy dudosa o abierta inconstitucionalidad.
A partir de ahora, la reivindicación pública de estos bienes representa un gesto noblemente ciudadano que nada tiene que ver con la confesionalidad de las personas, sino, más bien, con la defensa del patrimonio histórico y cultural público que sabe distinguir perfectamente entre la propiedad y el uso que se haga del mismo.
Pero, dicho lo anterior, y en sintonía con la Asociación Recuperando, cuya identidad y análisis compartimos, tenemos que hacer una fuerte crítica tanto al inventario que se ha hecho público como a la gestión realizada por el Ejecutivo. Ninguno de los dos merece nuestro aplauso: ni el listado, por deficiente e incompleto; ni la desidia del Gobierno dejando en manos de los particulares y de las administraciones locales y autonómicas el rescate de los bienes en cuestión. El volumen de los bienes inmatriculados, el fraudulento modo de apropiación, así como su extensión en el tiempo exigen que el fenómeno sea tratado conjuntamente como cuestión de Estado, que exige una solución global. (Cfr. Comunicado de la Asociación Recuperando del 24 de febrero de 2021). Lee el resto de esta entrada »