Los escritos de la pensadora sobre la necesidad de cambiar el modelo educativo a finales del siglo XIX para igualar a España con otros países

Macrino Fernández Riera, La Nueva España, 26 de septiembre de 2022
“Brindo por el enaltecimiento de la mujer española en todas las esferas del orden intelectual, para que deje de ser débil […], por el íntimo convencimiento de su propia valía, que la dignificará, haciéndola hermana y compañera del hombre, para que sea declarada responsable, lo mismo de sus crímenes que de sus virtudes, y que así como hoy asciende las gradas del cadalso entre la compasión o el desprecio de las multitudes, mañana ascienda las gradas de la cátedra entre el respeto y la admiración de sus conciudadanos, ocupando el solio augusto de la enseñanza que se extiende desde la misma cuna del infante hasta el mismo laboratorio del sabio” (Rosario de Acuña, 1888).
A finales del siglo XIX, la gran mayoría de quienes habitaban España no sabían ni leer ni escribir. Y eso era así a pesar de que la Ley de Instrucción Pública había establecido la obligatoriedad de la enseñanza desde los seis hasta los nueve años. Tres décadas después de que fuera aprobada, los datos del censo de 1887 reflejan que alrededor de las dos terceras partes de la población eran analfabetas, también que existían grandes diferencias entre hombres (59%) y mujeres (77%). Unos porcentajes que evidencian el retraso con respecto a Inglaterra, Francia, Bélgica o Irlanda, y mucho más en comparación con Alemania, Suiza o los países nórdicos. De ahí que la educación fuera uno de los elementos sobre los que se construyeron las diferentes propuestas regeneracionistas que pretendían poner fin al atraso –económico y social– que padecía España.
Read the rest of this entry »