Álvaro, de 19 años: “Los maricones sustentamos la Iglesia”. Bruno, de 23: “Si no hubiera maricones esa cofradía no se movía, ni salía a la calle, ni había flores”. Antonio, de 25: “En la cofradía encajo de verdad”
Una imagen del documental ‘¡Dolores guapa!’. Sala 46 Films __________
El intelectual Antonio Núñez de Herrera, autor de Sevilla: Teoría y realidad de la Semana Santa (1934), dejó dicho que, en la capital andaluza, “más que confiar en los Dioses, la gente lo que tiene es confianza con ellos”. La frase capta la idiosincrasia de la Semana Santa de Sevilla, tan poco dogmática. La heterodoxia, de hecho, está en su historia y su naturaleza, que es cultura, familia y barrio tanto como fe. ¿La religión? Sí, es una parte importante, sin duda. Pero de una manera que no siempre –y no del todo– agrada a la jerarquía religiosa.
Aunque a veces estas dimensiones sorprenden a los recién llegados, en realidad son cosa sabida. Trabajos como El mito de la tierra de María Santísima, del historiador César Rina (Centro de Estudios Andaluces, 2021), o Semana Santa insólita (Almuzara, 2014), de los periodistas Eva Díaz Pérez y José María Rondón, ya han asomado al lector a una fiesta con vetas populares, profanas y hasta rebeldes. La disidencia –no sólo el alejamiento del dogma, sino un componente contracultural– forma ya parte del relato reconocible de la Semana Santa y de hecho es parte de su gracia.
Las asociaciones contrarias al derecho al aborto están en permanente pelea para tumbarlo en España, comparten espacios, estrategias y miembros, entre los que destaca el exministro Jaime Mayor Oreja o el presidente de HazteOir, Ignacio Arsuaga.
Concentración frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz, a 17 de junio de 2021 / Alejandro Martínez Vélez / Europa Press _________
El plan anunciado por Vox para frenar los abortos en Castilla y León, que aún no ha logrado aclarar la Junta, ha sido ampliamente celebrado por las asociaciones antiaborto que libran una cruzada contra este derecho. Llevan años activas, en permanente pelea con el único objetivo de dar marcha atrás y restringir su acceso. Alimentado por sus logros en países como Hungría o EEUU, el movimiento antiaborto conforma un complejo entramado de organizaciones que comparten discurso, ideas y también nombres, entre los que figuran varios vinculados a la derecha más reaccionaria, algunos en activo y varios de ellos ya retirados.
Aunque fueron especialmente beligerantes durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, los ‘lobbies’ antiaborto se han rearmado ahora contra las políticas del Gobierno y en particular la nueva Ley del Aborto o la reforma legal contra el acoso ultra en las clínicas. Las organizaciones están aglutinadas en distintas iniciativas y plataformas, que aunque con distintos nombres, replican discurso y miembros. Asimismo, en el universo antiaborto, es común que los integrantes de los colectivos formen parte de más de uno al mismo tiempo.
One of Us, Women of the World, Profesionales por la Ética y Enraizados, ‘lobbies’ con sede o líderes españoles, despliegan en Europa su lucha contra el aborto, la “ideología de género” y los derechos Lgtbi
Manifestación contra el aborto convocada en Madrid en abril por la asociación Enraizados, que desarrolla actividad como lobby en la UE. / Europa Press ______________
Una federación europea de organizaciones “provida”. Una plataforma internacional contra el feminismo y por la mujer-madre. Una organización obsesionada con meter en las aulas el “pin parental”. Otra inspirada por el ejemplo Isabel la Católica. One of Us, Women of the World, Profesionales por la Ética y Enraizados tienen mucho en común: su defensa de la llamada “familia natural” –es decir, del matrimonio heterosexual con hijos, lo “tradicional”–, su lucha por la financiación pública de la educación concertada católica –lo que llaman “libertad de educación“–, su reivindicación antifeminista del rol tradicional de la mujer, su beligerancia contra la izquierda…
Y dos rasgos más: uno, que son entidades registradas como lobbies en la UE, donde tratan de impulsar políticas en línea con su ideario ultracatólico; dos, que las organizaciones o bien son españolas o bien tienen como máximos responsables a figuras españolas del movimiento integrista.
El programa que realizan José Antonio Naz y Ana Baragaña aborda el tema de las terapias de conversión.
Desde 2016, la práctica generalizada e impune de ECOSIEG (Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual e Identidad y Expresión de Género) o las mal llamadas “terapias de conversión” se ha convertido en uno de los principales temas de preocupación y denuncia en la defensa de los derechos humanos del colectivo LGTBIQ+.
Sin embargo, a nivel político y legal, todavía estamos muy lejos de que exista un consenso sobre qué son, en qué consisten y cómo deberían atajarse.
Desde hace poco más de un lustro, la práctica generalizada e impune de las mal llamadas ‘terapias de conversión’ se ha convertido en uno de los principales temas de preocupación y denuncia dentro del activismo LGTBIQ+ español. Sin embargo, a nivel político y legal, España está todavía muy lejos de que exista un consenso sobre qué son, en qué consisten y cómo deberían atajarse estas pseudoterapias –también conocidas como ECOSIEG (Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual, Identidad o Expresión de Género)– desde un prisma normativo y sociopolítico. Esta problemática ha absorbido gran parte del trabajo que Saúl Castro, abogado y fundador de la Asociación Española Contra Las Terapias de Conversión, ha realizado en los últimos tres años y que ahora plasma en su libro ‘Ni enfermos ni pecadores’. Hablamos con el autor sobre lo que supone un fenómeno tan escandaloso como arraigado en nuestro país.
¿En qué consisten realmente esas prácticas pseudocientíficas de las que hablas en tu libro?
En España, las terapias de conversión se practican, principalmente, siguiendo los llamados ‘enfoques psicoterapéuticos y enfoques de fe’. Estos enfoques se basan en la idea de que la diversidad sexual y de género es inherentemente mala, pecado o contraria a la moral, o bien en la idea de que la diversidad LGTBIQ+ deriva en heridas emocionales o eventos traumáticos que han ocasionado una falta de maduración de la identidad que se entiende como normal (la cis heterosexual). Partiendo de estas premisas, absolutamente desacreditadas por los estándares y consensos científicos, los promotores y perpetradores de terapias de conversión hacen distintas prácticas y ejercicios, entre los que se incluyen la obligación de mantener periodos de abstinencia sexual y castidad (entre 270 días y un año), el control masturbatorio, ejercicios de diario (donde se tienen que ir escribiendo todos los eventos que activan el deseo sexual, el número de veces que uno se masturba), etc…
Asegura Paternotte que se trata de un movimiento internacional, una “constelación” de diversos actores, entre ellos, asociaciones, partidos y miembros de la Iglesia cuyo objetivo es “frenar lo que se ha conseguido en materia de derechos de las mujeres y LGTBI”
David Patternote / Jochern Brouwer Amsterdam
Marta Borraz, El Diario, (publicado en agosto de 2019), 12 de agosto de 2022
Lo usan los sectores más conservadores, algunos obispos de la Iglesia Católica, Vox o colectivos como HazteOír. El término ‘ideología de género’ ha arreciado con fuerza en los últimos años para hacer referencia al feminismo y a los derechos LGTBI con el objetivo de desacreditarlos. Sin embargo, no es solo una palabra. Se trata de un discurso y una estrategia enarbolada internacionalmente para imponer una agenda política ultraconservadora. Así lo explica el investigador David Paternotte, profesor de Sociología y Estudios de Género en la Universidad Libre de Bruselas (ULB). Autor de varias publicaciones sobre el tema, Patternote lleva años analizando “el entramado internacional” que hay tras esta retórica, que, asegura, “no debemos minusvalorar”.
¿De dónde sale este discurso?
Tiene su origen en el Vaticano, en época de Juan Pablo II y tras las conferencias internacionales de Naciones Unidas en El Cairo sobre población y desarrollo (1994) y Beijing sobre mujeres (1995). En la primera se reconocieron los derechos sexuales y reproductivos y en el 95 se introdujo la palabra género. La Iglesia Católica se había opuesto mucho a estas reuniones, pero perdió, así que comenzó a construir este discurso achacando los avances de las mujeres a una supuesta radicalización. Lo que vienen a decir es que tras el discurso de igualdad y de no discriminación habría una peligrosa conspiración a manos de gente que querría tomar el poder.
Su éxito más reciente se ha producido en EEUU, pero los lobbies ‘antigénero’ llevan décadas tratando de imponer su agenda en Europa; un estudio cifra en 707 millones de dólares el poder económico detrás de este grupo en el que destacan como referentes los españoles Ignacio Arsuaga y Jaime Mayor Oreja
Su éxito más reciente se ha producido en Estados Unidos, pero los lobbies ultracatólicos llevan décadas tratando de influir en la agenda para limitar los derechos de las mujeres y del colectivo LGTBI. La decisión del Tribunal Supremo norteamericano de revocar la sentencia que garantizaba el derecho al aborto ha sido asumida como un espaldarazo para la actividad que realizan en Europa más de un centenar de fundaciones y ONG que buscan tumbar los derechos sexuales y reproductivos y que cuentan con un gran apoyo económico.
Los expertos consultados reconocen la dificultad de seguir el dinero que financia a estos colectivos. Una de las últimas aproximaciones realizadas ha sido liderada por el Foro Parlamentario Europeo sobre Derechos Sexuales y Reproductivos (EPF), que ha concluido que entre 2009 y 2018 estas plataformas ultracatólicas han manejado “al menos” 707,2 millones de dólares para influir en las políticas sociales europeas.
La financiación para mermar los derechos de las mujeres y del colectivo LGTBI ha ido en aumento en los últimos años, pasando de 22,2 millones en 2009 a 96 millones en 2018, según la investigación realizada por Neil Datta, director ejecutivo de EPF, que considera que la sentencia norteamericana “es una gran victoria para estos colectivos”.
En Arabia Saudí, Siria y Qatar, las autoridades dedican sus esfuerzos a incautar objetos con los colores del arcoiris por “promover la homosexualidad”
Andrés López-Tomás, El Periódico, 21 de junio de 2022
Hay seis colores que cuando se ponen el uno al lado del otro, “llaman a la desviación”. Las alegres franjas roja, naranja, amarilla, verde, azul y morada, al colocarlas en ese orden, se han convertido en el nuevo enemigo a combatir para las autoridades saudís y sirias. En una cruzada contra todo aquello que “contradice la fe islámica”, en Arabia Saudí, el Ministerio de Comercio ha empezado a incautar ropa, accesorios, juguetes o cualquier objeto que contenga los colores del arcoiris por ser también los que representan a la comunidad LGBTIQ. Mientras, al menos 14 países árabes han prohibido la distribución de la nueva película de Pixar por incluir un beso entre personas del mismo sexo.
“Nuestros equipos de supervisión realizan rondas en los puntos de venta, incautan y confiscan productos que contienen símbolos e indicaciones que llaman a anomalías y contradicen el sentido común normal, e imponen sanciones legales a las instalaciones infractoras.”
El mensaje que predica y sus actuaciones reales de hoy y anteriores están muy lejos de lo que en realidad desearían, incluso los que más creen en ella.
La aptitud de la iglesia católica española está demostrando, con todos mis respetos a sus creyentes y seguidores, una actitud grotesca, generadora de crispaciones y, lo peor, falsa en sus argumentaciones e hipócrita en sus actuaciones. El mensaje que predica y sus actuaciones reales de hoy y anteriores están muy lejos de lo que en realidad desearían, incluso los que más creen en ella.
Observar a una iglesia católica como, sin miramiento, inmatricula más de 100.000 bienes inmuebles “ilegalmente” desde 1946 y de ellos más de 35.000 desde 1978 y que reconoce implícitamente que 1000 si que no son suyos, pero aún así los ha inmatriculado, es de una grosería y soberbia del que piensa que ellos son Dios y pueden hacer lo que les viene en gana. Ese es su falso discurso. El ver cómo esa iglesia católica no pide perdón, no condena o condena con los labios cerrados y se pone de espaldas a los cientos de abusos a menores que algunos de sus prelados han cometido e incluso justifican que solo ellos en sus tribunales eclesiásticos pueden impartir la justicia y cuando lo hacen el castigo es mandar al abusador culpable a otra población, donde puede cometer el mismo delito, creyendo que ellos son dioses y únicos impartidores de la justicia. Una justicia como se ve que protege a sus intereses y a sus culpables y menosprecia y humilla a las victimas.
Manifestantes durante la concentración convocada por diferentes asociaciones LGTBI+ para denunciar la pasividad de las instituciones madrileñas ante la ola de agresiones que sufren, este sábado en la Puerta del Sol de Madrid / EFE – Víctor Lerena
Cuando los nazis, los fascistas, los franquistas o la Inquisición la tomaban, por ejemplo, contra los judíos, los comunistas o socialistas, los homosexuales o las ‘brujas’2356 (mujeres fuera de la norma católica), respectivamente, no era porque esa realidad fuera anormal o excepcionalmente maligna, sino porque su totalitarismo e intolerancia les hacía temer una realidad diversa que ellos no pudieran controlar. El miedo a lo desconocido, y por ello incontrolable, muchas veces es la antesala del odio.
La semana pasada conocíamos con lógica sorpresa (al menos algunas) que el juzgado de lo contencioso número 1 de Castellón retiraba de los institutos “32 libros sobre temática LGTBQIA+, géneros y orientaciones disidentes, relaciones sexo y/o afectivas fuera de la norma atendiendo a la solicitud de Fundación de Abogados Cristianos“.
La negación violenta de la diversidad que atraviesa al mundo es un síntoma de la enfermedad de la intolerancia, agravada en este siglo por el surgimiento de grupos y políticos de ultraderecha amparados y financiados (siempre) por movimientos ultrarreligiosos, que aspiran al poder absoluto. Vean la serie El Reino (Netflix) y me cuentan.
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Asturias Laica, asociación federada con Europa Laica
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Actos y Convocatorias
Presentación del libro: "Silenciadas pero no olvidadas, Mujeres y represión franquista en Asturias" junio 8, 2023
19:30 h., Les Cigarreres, C. Eladio Carreño, 3, BAJO, 33202 Gijón, Asturias, España
Las olas del 37 junio 19, 2023
19:00 h. Escuela de Comercio-Sede de Gesto, Gijón/ Con Patricia Martínez, periodista y el historiador Antonio Martínez