La asociación ultracatólica ha abierto este año una veintena de nuevos frentes en los tribunales contra todo aquello que considera ofensivo para su concepto de familia, su religión, y en contra de la eutanasia y el aborto.

La presidenta de la Asociación Abogados Cristianos, Polonia Castellanos / EFE
Ana María Pascual, Público, 15 de diciembre de 2010
Artistas, clínicas abortistas, asociaciones a favor de la eutanasia, colectivos feministas y el Gobierno. Estos son los principales blancos de la Asociación de Abogados Cristianos, liderada por la letrada vallisoletana Polonia Castellanos, que usa el polémico artículo 525 del Código Penal relativo a la ofensa de los sentimientos religiosos como principal arma en su batalla judicial.
Ha pasado ya una década desde que esta organización ultra interpusiera su primera querella por una supuesta ofensa religiosa. Fue contra el actor y humorista italiano Leo Bassi y se archivó. Sin embargo, pese a los fracasos judiciales, Abogados Cristianos sigue llevando a los tribunales a cualquiera que atente contra sus tres pilares básicos: libertad religiosa, vida y familia.
La reciente inadmisión de una querella en el Tribunal Supremo contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la suspensión de los actos religiosos durante el confinamiento ha indignado a Polonia Castellanos: “El Supremo nos tumba todo lo que le llega de nuestra parte”, se queja a Público la presidenta de Abogados Cristianos. “Nos pidió una fianza de 12.000 euros para poder interponer la querella a sabiendas de que no nos la iba a admitir, lo que viene a demostrar que la justicia no está al alcance de todos debido a esos obstáculos económicos”.
Pero parece que el dinero no es un problema para frenar el ímpetu querellador de la asociación. El pasado 25 de noviembre la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo tumbó su recurso de casación contra la histórica feminista Blanca Cañedo y la Asociación de clínicas abortistas ACAI por un delito contra el honor. Abogados Cristianos había presentado una querella por entender vulnerado su honor a raíz de unas manifestaciones de Cañedo en un periódico en las que daba su opinión sobre los grupos contrarios al aborto y al “involucionismo” que representan. Un juzgado de Valladolid le dio la razón, pero la Audiencia Provincial revocó el fallo. El Supremo condena a costas a la asociación de Polonia Castellanos: 11.000 euros.