La indignación del pueblo zaragozano solo fue un ingrediente más de una operación que hizo escala en Marsella en 1928 para llevar las piedras románicas a Boston

_____________
José María Sadia, El código románico (josemariasadia blog), 28 de julio de 2023
La historia de la portada de San Miguel de Uncastillo, un pueblo de Zaragoza, contiene algunos elementos clásicos de lo que en El código románico denominamos «autoexpolio». Cierto que los vecinos se rebelaron contra la venta del elemento más valioso del templo —en muchos casos, la desaparición del patrimonio pasaría desapercibida a la población—, pero de nuevo existió una concatenación de factores que dieron con las piedras de Uncastillo en Boston: un templo en ruinas, la Iglesia quiere vender, un anticuario compra y, como por arte de magia, la portada románica aparece en el Museum of Fine Arts de Boston.
Puede que el estado ruinoso de San Miguel procediera, como en muchos otros casos, de los decretos desamortizadores de principios del siglo XIX. El caso es que las piedras de la iglesia llegaron maltrechas a la pasada centuria, cuando el espacio se venía utilizando como almacén del Ayuntamiento de la localidad de la comarca de las Cinco Villas. Hubo un interés por la compra en 1915… y el cura del pueblo, Carlos Quintilla, informó al alcalde de la posible venta del templo. Aunque en realidad, como es habitual, dicha venta ya se había producido. Para compartir el «pecado», Quintilla ofreció al Ayuntamiento quedarse con la mitad de la venta —400 de las 800 pesetas recaudadas—, pero ni el alcalde ni el pueblo estaban a favor de cargar con ese peso.
Read the rest of this entry »