Los protagonistas de la trama de las fundaciones en la archidiócesis de Madrid

A un lado, un grupo de laicos a los que el Arzobispado había confiado profesionalizar las fundaciones, al otro, financieros, inmobiliarias y universidades. Y, en medio, el bufete Chávarri

El arzobispo de Madrid Carlos Osoro / EFE

Fuentes: Infovaticana / El Confidencial, 14 de diciembre de 2020

En los últimos meses han ido saliendo a la luz numerosas informaciones acerca de la archidiócesis de Madrid y sus fundaciones. Lo que empezó con una polémica venta de el terreno donde se encuentra una de las parroquias más “exitosas” de la diócesis ha ido revelándose como una trama de ventas de inmuebles que afectan a varias fundaciones que están siendo investigadas por la justicia.

Uno de los medios de comunicación que más informaciones ha estado aportando es El Confidencial, que de la pluma de Ruth Ugalde ha ido desgranando este entramado que está suponiendo un verdadero quebradero de cabeza para el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro.

A un lado, cinco cargos de confianza del Arzobispado de Madrid. Al otro, una inmobiliaria cotizada, varios fondos internacionales, financieros de renombre y universidades privadas. En medio, el bufete Chávarri, intermediario en todas las operaciones que cruzaron los destinos de estos dos bandos y que han derivado en una investigación judicial, otra canónica y varias querellas que amenazan con ampliar la guerra en los tribunales.

La primera en levantar la voz de alarma sobre la posible existencia de una trama que estaría expoliando el patrimonio de fundaciones ligadas a la Iglesia católica fue la propia Fiscalía Anticorrupción que, tras recibir una querella por la venta a la Universidad de Nebrija de la Parroquia de San Jorge y de todo el terreno que la rodea al lado del Paseo de la Castellana, optó por remitir el caso a la Fiscalía de Madrid, al detectar elementos comunes con otra causa que ya estaba judicializa: la venta de 14 edificios residenciales de otra fundación ligada al Arzobispado, Fusara, a la sociedad de nueva creación, Tapiamar. Era solo el principio. Como adelantó El Confidencial, a estas operaciones se unió el traspaso de otros dos inmuebles de la Fundación Molina Padilla al exdirector general de Banco Santander, Enrique García Candelas, y el fallido intento de venta del colegio Santamarca, también propiedad de Fusara, a la Universidad Alfonso X El Sabio (UAX). Pero ¿qué tienen en común todos estos movimientos? ¿Dónde ha visto los nexos Anticorrupción? ¿Qué ha llevado al Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, a ordenar deshacer toda esta madeja?

¿Quién es quién en esta trama?

El quién es quién en esta trama fue también analizado por El País que “retrataba” a López Royo, Julio Lage, Manuel Fernández Clemente, Antonio Naranjo Fabián, al bufete Chavarri o a la empresa Tapiamar, en el Confidencial añaden ahora:

 Ignacio Olmos: Administrador de Fusara desde hace ocho años, es hijo de Ignacio Olmos Vicente, quien fue secretario general del protectorado de fundaciones y de quien heredó un bufete de abogados que trabaja para numerosas fundaciones de órdenes religiosas. Como gerente de Fusara, tenía responsabilidad sobre el estado de las cuentas, el mantenimiento de los edificios o la administración vecinal, aspectos especialmente relevantes en esta investigación, ya que el argumento que esgrimió Chávarri para vender un 20% por debajo del valor de tasación fue la crítica situación en que se encontraban todos estos aspectos. A pesar de ello, el patronato mantuvo a Olmos como gestor e, incluso, se le autorizó a firmar un contrato con Tapiamar, la sociedad que compró los 14 edificios, que ha llevado a que sea esta entidad, y no Fusara, la que esté cobrando las rentas de los alquileres desde julio de 2019, lo que ha dejado a la fundación sin esta importante vía de ingresos.

Universidad de Nebrija: La institución presidida por Manuel Villa-Cellino estrechó lazos a Chávarri tras cerrar la compra de los terrenos de FSVSC, parroquia y residencias de ancianos incluidas, al pasar a patrocinar la Cátedra por el Bien Común de la Fundación Chávarri y a financiar los desayunos que se organizaron bajo el paraguas de esta iniciativa. Además, pagó 2,5 millones de euros de comisión al bufete y ofreció a Fernández Clemente trabajar para ella en toda la tramitación necesaria para hacer un campus en estos terrenos junto al Santiago Bernabéu. Tras destaparse el escándalo, firmó un acuerdo de reversión con el Arzobispado.

Universidad de Nebrija: La institución privada madrileña presidida por Manuel Villa-Cellino estrechó lazos a Chávarri tras cerrar la compra de los terrenos de FSVSC, parroquia y residencias de ancianos incluidas, al pasar a patrocinar la Cátedra por el Bien Común de la Fundación Chávarri y a financiar los desayunos que se organizaron bajo el paraguas de esta iniciativa. Además, pagó 2,5 millones de euros de comisión al bufete y ofreció a Fernández Clemente trabajar para ella en toda la tramitación necesaria para hacer un campus en estos terrenos junto al Santiago Bernabéu. Tras destaparse el escándalo, firmó un acuerdo de reversión con el Arzobispado.

Universidad Alfonso X El Sabio, Institución propiedad de Universidad Privada de Madrid, S.A: La UAX hizo llegar al patronato de Fusara, a través de otro mandato concedido a Chávarri, una oferta para instalarse en el colegio de Santamarca mediante un derecho de superficie a 75 años, propuesta que se remonta al pasado verano. Para entonces, acababa de abrirse la investigación interna ordenada por Osoro y el nuevo equipo dio orden de parar todas las operaciones en marcha. A pesar de ello, Chávarri ha seguido intentando completar esta operación hasta hace apenas dos semanas, cuando siguió enviando burofaxes al arzobispado tratando de poner en valor su mandato, pero siempre se ha encontrado enfrente una negativa, ya que sus poderes han sido revocados. Se da la circunstancia de que Jesús Núñez, fundador de esta universidad, y García Candelas son socios en negocios inmobiliarios.

Metrovacesa: La promotora controlada por Santander y BBVA vendió el pasado marzo un terreno en Valdebebas por el doble de precio de las operaciones de mercado comparables, un sobreprecio que ha vuelto a ponerse de relieve esta misma semana, cuando el propio Ayuntamiento de Madrid ha visto cómo se quedaba desierta la subasta de dos suelos que había puesto en el mercado a un precio un 30% inferior al que pagó Fusara a Metrovacesa. La inmobiliaria, que en esta operación fue de la mano de Raúl Chávarri, intentó acelerar la compra el pasado diciembre, justo después de que saliera publicada la noticia de apertura de diligencias en el juzgado número 51 de Madrid por la venta de los 14 edificios. Con este dinero es con el que se iba a financiar la adquisición de los terrenos y la duda ahora está en si, por este motivo, Metrovacesa, asesorada por Uría, incluyó la cláusula que a punto ha estado de arruinar a la fundación. Como adelantó este medio, por dos ocasiones intentó la promotora ejecutar dicha clásula, que le habría permitido quedarse con 23 millones y el solar. Además, el plan inicial contemplaba destinar también a Valdebebas parte del dinero de la venta de San Jorge, ya que hacían falta más de cien millones para abordar todo el proyecto, incluida la construcción, a lo que el nuevo equipo del Arzobispado se negó.

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