…es la realidad cotidiana de una forma de entender la religión como dominio, la sacralidad como violencia, el sacerdocio como impunidad

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Paco Rodríguez de Lecea, nuevatribuna.es, 16 de agosto de 2018
Siete décadas de agresiones sexuales continuadas a menores, más de mil víctimas, un telón opaco de silencio sistemático y una técnica refinada para orillar inconvenientes potenciales a los depredadores. Es el récord alcanzado por la iglesia católica en Pennsylvania (**), y es la realidad cotidiana de una forma de entender la religión como dominio, la sacralidad como violencia, el sacerdocio como impunidad.
Nadie se haga ilusiones, el foco de la podredumbre no se circunscribe a Pennsylvania; va mucho más allá. Juan José Tamayo, catedrático de Teología y Ciencia de las Religiones en la Universidad Carlos III de Madrid, habla en El Pais (***) de un «cáncer con metástasis que alcanza a todo el cuerpo eclesiástico: cardenales, obispos, sacerdotes, miembros de la Curia romana, de congregaciones religiosas, educadores en seminarios, noviciados y colegios religiosos, etc.»
Tamayo da algunas claves para diagnosticar la terrible lacra. Las reproduzco sin comentario: «El patriarcado religioso recurre a las agresiones sexuales para demostrar su poder omnímodo en las religiones. Un poder que convierte a los clérigos en representantes y portavoces de Dios. Masculinidad sagrada y violencia, pederastia religiosa y patriarcado son binomios que suelen caminar juntos y causan más destrozos que un huracán». Read the rest of this entry »