Uno de los cuatro acuerdos (***) que el Estado Español y la Santa Sede mantienen desde 1979 garantiza la “inviolabilidad de los archivos, registros y demás documentos pertenecientes a la Conferencia Episcopal Española, a las Curias Episcopales, a las Curias de 1os Superiores Mayores de las Órdenes y Congregaciones religiosas, a las Parroquias y a otras Instituciones y Entidades eclesiásticas”.
Pablo Morán, Cadena SER, Punto de Fuga, 31 de agosto de 2018
“Más de mil menores fueron identificados como víctimas de abusos, aunque este jurado cree que fueron miles más”. Dos años de investigación han dado lugar a un informe de más de 1.300 páginas que recoge los abusos sexuales perpetrados por más de 300 clérigos durante setenta años en seis de las ocho diócesis de la Iglesia católica en Pensilvania.
Una de las cuestiones más reveladoras de este escándalo es la constatación de que cada una de las diócesis “tenía la llave a archivos secretos que contenían las denuncias y los reconocimientos de esos abusos y su encubrimiento”. La Iglesia española también tiene capacidad de guardar sus casos de pederastia en secreto en expedientes confidenciales y protegidos por el derecho canónico. Uno de los cuatro acuerdos que el Estado Español y la Santa Sede mantienen desde 1979 garantiza la “inviolabilidad de los archivos, registros y demás documentos pertenecientes a la Conferencia Episcopal Española, a las Curias Episcopales, a las Curias de 1os Superiores Mayores de las Órdenes y Congregaciones religiosas, a las Parroquias y a otras Instituciones y Entidades eclesiásticas”.
Gil Sáez, canonista y vicario judicial de la diócesis de Cartagena, cree que en España no hay tradición de guardar archivos de esos casos. En el archivo secreto que tiene que tener cada curia de cada diócesis se guardan normalmente documentos de matrimonios celebrados de forma secreta, las actas de los consejos de gobierno, según explica Sáez, “pero en España a diferencia de otros países, no se guardan traslados ni el porqué del traslado de una persona que haya sido denunciada por abusos sexuales, esa cultura en España no la tenemos, así que si la justicia nos pidiera a una diócesis que le entregara los archivos, no iba a encontrar nada. Todo esto o bien el obispo saliente se lo dice al entrante o bien no se lo dice y luego se encuentra con la realidad”, asegura. “La Iglesia y cada pastor debe conocer lo que tiene, la inmensa mayoría de los obispos lo saben y lo conocen, pero falta ahora que, sin menoscabar el derecho a la presunción de inocencia y a la intimidad, hicieran una relación de lo que ha pasado para que así, aunque haya prescrito todo, haya al menos una reparación para las víctimas”. Read the rest of this entry »