Las recientes disputas con el Vaticano a propósito de la exhumación de Franco, nos llevan a recordar los estrechos vínculos de la Iglesia con el fascismo y a ponernos de nuevo en guardia ante quienes buscan deshumanizar y exterminar al otro.

Collage ‘El fascismo os hará libres’ / Marcos Crespo Arnold – Carlos Crespo Arnold
Ricardo Crespo, El Salto, 19 de julio de 2019
La exhumación de los restos del dictador Francisco Franco, aprobada por unanimidad en el Parlamento, encuentra resistencia en la familia y sus defensores políticos, y las declaraciones hace unos días del Nuncio del Vaticano, Renzo Fratini, afirmando que tal medida “pretende provocar la división de la sociedad y resucita a Franco” y ensalzando la figura del dictador porque “evitó una guerra civil”, obligó al Gobierno a una protesta formal y dejó atónitos a la mayoría de los españoles.
Que Franco comandó el golpe de Estado que dio lugar a la guerra civil no podía ser desconocimiento del Nuncio sino declaraciones que le salían del cuerpo y del alma. Fratini dimitió pero, según noticia de prensa, el Papa la aceptó, no por estas declaraciones alucinantes y de injerencia en la política de nuestro país, sino por haber alcanzado el límite de edad de 75 años. Pudo ser una justificación diplomática pero, en todo caso, el Vaticano no entró en el fondo de la cuestión. El Nuncio se disculpó.
Tal vez se deba recordar que fueron los primeros que reconocieron a Hitler y a Franco, quien entraba bajo palio en las iglesias. La relación del nacionalsocialismo (nazismo) y el nacionalsindicalismo (fascismo) recorre nuestra historia reciente más allá de la derrota de la Alemania nazi. Solo podemos imaginar lo que hubiera pasado si el Tercer Reich vence. Lo que fue el nazismo y el fascismo empezamos a olvidarlo. Lee el resto de esta entrada »