‘Benedetta’, que llega hoy a los cines, es el último ejemplo de película que mezcla elementos sagrados con escenas tan controvertidas que provoca conatos de boicots (y, a veces, logra éxito)

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Miquel Echarri, El País, 1 de octubre de 2021
Benedetta, la última película del neerlandés Paul Verhoeven, trae imágenes que parecen de otra época, de cuando el cine conservaba intactas su pujanza cultural y su capacidad para generar controversia. El pasado 26 de septiembre, un grupo de alrededor de 20 personas, hombres en su mayoría, presumiblemente católicos, protestaba contra el pase de la película en el Lincoln Center de Manhattan, en la segunda jornada del Festival de Cine de Nueva York. Los manifestantes se presentaron como miembros de la hasta ahora inédita asociación cultural America Needs Fatima y blandían pancartas en que se tildaba a la película de “insultante” y “blasfema”, un “ultraje” a la memoria de Jesucristo y la Virgen María.
La imagen de un pequeño comando de rigoristas de vía estrecha pidiendo que se prohíba el estreno de una película en una soleada mañana de otoño de 2021 ha sido compartida en redes por la cuenta oficial del festival neoyorquino. Algunos escépticos consideran que tan modesto, desangelado y, sobre todo, anacrónico intento de boicot pudo ser más bien un montaje publicitario. Nada que ver, en cualquier caso, con las campañas de rechazo masivo, los actos de violencia y los piquetes multitudinarios con que tuvieron que lidiar en su día estas otras películas consideradas sacrílegas o contrarias a la religión cristiana.