Luis Felipe Ospitia Ramírez, Diario 16, 27 de febrero de 2020
En un Estado «laico» como España en pleno siglo XXI, las voces de la iglesia se alzan de forma impertinente pretendiendo dictar cuales han de ser nuestras conductas, predicando sus supuestos valores morales en el individuo, la familia y la sociedad, en que se perpetúa el patriarcado, se estigmatiza a la mujer centrándola como culpable de las agresiones que pueda padecer y algunos con sus discursos obscenos normalizan la pederastia.
En la actualidad estos líderes religiosos no solo opinan, osadamente van más allá interfiriendo desvergonzadamente en las decisiones que le competen al Estado, poniendo zancadillas a las reformas progresistas que este gobierno de coalición pretende llevar a cabo, confundiendo a una gran mayoría mediante sus instrumentos mediáticos y políticos de ultra derecha y ultra ultra derecha, por esa regla de tres se alinean, con el machismo, la misoginia, el racismo y el clasismo, «dime con quien andas y te diré quien eres».
No todos los pastores pertenecen a esta organización elitista y patriarcal, hay que reconocer a quienes se vuelcan en las comunidades en que desarrollan su labor, trabajando por la defensa y el fortalecimiento de los derechos humanos, buscando el bienestar y equilibrio social.
Para la gran mayoría el papel de la iglesia en nuestra sociedad pasa desapercibido, en que tan solo hace ruido mediático si una decisión política no es de su conveniencia, nada más lejos de la realidad. Read the rest of this entry »