Este debate sirve para desentrañar las bases político-filosóficas de la actual sociedad
José Martí, El Periódico Mediterráneo, 28 de febrero de 2020
El debate actual sobre la eutanasia supone una ocasión inmejorable para desentrañar las bases político-filosóficas de la sociedad en la que vivimos y para ello, una vez más, nos puede ayudar el gran Inmanuel Kant. Su diferenciación entre moralidad y legalidad es fundamental para aclarar este tema.
La Ilustración con Kant a la cabeza, posibilita la constitución de sociedades abiertas, liberales, procedimentales y modernas que se constituyen como claramente diferenciadas respecto a las sociedades cerradas, tradicionales, sustantivas y premodernas. Su diferencia esencial está en que las sociedades cerradas construyen la legalidad única y exclusivamente sobre un moralidad determinada, generalmente sustanciada en una religión, pero podría ser cualquier otra ideología o, en definitiva, sobre una concepción del bien o de la vida buena. Moralidad y legalidad se identifican. Hay un ajuste perfecto entre lo que es bueno y lo que es legal. No hay problemas de identidad, ni de integración normativa. Todo esta claro y definido. El pecador es también delincuente. Y el que tiene otra religión u otra concepción de la vida buena queda excluido del espacio público.
Pero viene la modernidad y las cosas cambian. Dentro de la legalidad caben distintas concepciones del bien y la sustancialidad moral de una religión o una ideología ha de compartir el espacio público político con otras visiones dentro del territorio común de la legalidad y la ciudadanía. Moralidad y legalidad no coinciden, no se ajustan y ese desajuste supone todo un reto para el ser humano moderno, que desde su autonomía y libertad habrá de construir su propia vida. Son sociedades libres pero con problemas de identidad e integración. En esas estamos y muchos filósofos han escrito sobre esa esencial grandeza y vulnerabilidad del sujeto moderno. Lee el resto de esta entrada »