Del Pazo de Meirás al prerrománico asturiano

Pazo de Meirás – Wikipedia
Grupo Inmatriculaciones Asturias
21 de diciembre de 2020
Miguelito: ¡Yo creía que la Escuela era otra cosa…Y no un lugar en que ensañan vejeces! ¡Que Colón, que los conquistadores, que los indios, que tal batalla que tal otra!…Todo del tiempo de ñaupa!
Mafalda: ¡Pero así es la Historia, hombre! ¿Cómo querés que te la enseñen?
Miguelito: ¡PARA ADELANTE!
La necesidad urgente de aprender de Miguelito le lleva a pedir las consecuencias sin paciencia para recorrer el camino. Pero sin conocer el camino no se puede avanzar con sentido. Ya Cicerón señalaba la Historia como maestra de la vida y Cervantes como madre de la verdad.
Recuperar la memoria tras un violento silenciamiento dictatorial es imprescindible para saber orientarse “hacia delante” como pedía Miguelito. Y el ámbito de esa memoria es muy amplio. El prolongado proceso de salir del largo túnel de la dictadura obliga a recorrer muchos caminos. Uno de ellos es de la reconstrucción de las legítimas propiedades reparando las secuelas de un poder corrupto.
Recientemente ha sido noticia la devolución del Pazo de Meirás a sus verdaderos dueños: el pueblo español a través del pueblo gallego. La violenta presión de los secuaces del dictador había tratado de convertir una usurpación en una agradecida donación. La unicidad del objeto a recuperar permite fijar con nitidez la atención pública en el hecho.
En paralelo, gotean continuamente en los medios los esfuerzos de la sociedad por dar cuerpo a un caso similar de estructura más difusa: recuperar el inmenso patrimonio, mucho de él de incalculable valor histórico artístico, que la dictadura, para conseguir el sello de “Caudillo de España por la gracia de Dios”, permitió apropiarse a la iglesia católica mediante favores legislativos.
En 1946, el dictador, para reforzar su relación con una iglesia que lo paseaba bajo palio y que atribuía su poder dictatorial a “la gracia de Dios” concede a los obispos la capacidad de inscribir por primera vez bienes en el Registro de la Propiedad (inmatricular) sin necesidad de justificar esa propiedad (esto es mío porque lo digo yo). En aquel momento, y dado el exclusivo carácter recaudatorio buscado, se excluyen los lugares de culto. Eso permitió a la Iglesia Católica apoderarse de una inmensa cantidad de patrimonio público, desde la casa del cura construida por el pueblo y hoy vendida como negocio inmobiliario, a multitud de terrenos comunales. La obra del dictador se redondea en 1998 cuando el Gobierno (de Aznar) modifica la ley hipotecaria para que también se puedan inmatricular los bienes de culto. Una inmensa parte del patrimonio público (la Mezquita de Córdoba, el Prerrománico Asturiano,…) pasa a ser propiedad del estado Vaticano.
El actual Gobierno de coalición está formado por dos fuerzas políticas que, en la oposición, han criticado duramente esta situación incluyendo permanente su solución como un objetivo de su programa político.
Pero algo tiene el poder. Desde el actual gobierno se huye permanentemente de afrontar el problema. Ni siquiera se quieren hacer públicos los escasos datos que se van reuniendo para dimensionar el expolio (llegan incluso a pleitear contra Transparencia para anular su exigencia de esa publicación). A espaldas de la ciudadanía se negocia con el Vaticano, beneficiario del expolio. Se pretende pactar con el usurpador. ¿Qué favores políticos se están negociando? ¿Quiénes buscan palio?
¿Hasta cuándo vamos a consentirlo? Es necesario seguir Recuperando.
Luis Fernández
Grupo Inmatriculaciones Asturias
Coordinadora estatal Recuperando