Hoy se colocaron seis de los 34 “adoquines de la memoria” en homenaje a gijonesas y gijoneses que estuvieron en campos de concentración nazis a los que se rinde homenaje en Gijón. Audio e imágenes

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Asturias Laica, 31 de marzo de 2022
Con el adoquín de la memoria frente a la casa en la que vivió -a la vuelta del exilio- y en la que murió en 2001 Olvido Camín Fanjul, deportada al campo de Ravensbrück, se iniciaba en Gijón la colocación de estas pequeñas placas de latón de 10×10 en homenaje a deportadas y deportados a los campos de concentración nazis. En la placa el nombre, la fecha de nacimiento, de deportación y de liberación o fallecimiento de estas víctimas del nazismo.
Contando con la presencia del artista alemán Gunter Demnig, (autor del proyecto que lleva cerca de tres décadas rindiendo honor a las víctimas del nazismo), quien se encargó de la instalación, a las nueve de esta mañana se colocó este primer “stolpersteine” frente al portal número 1 de la gijonesa calle Rufino García Sotura donde residiría Olvido Camín Fanjul hasta su muerte.
El porqué de la instalación frente al portal de la que fue su casa, lo explica Salomé Díaz en el vídeo que Carolina Santos realizó para El Comercio y en el que también interviene brevemente la hija de Olvido Camín:
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En el sencillo acto que siguió a la instalación, y en el que estuvieron presentes hijos y nietos de Olvido, intervendrían la Concejala Delegada de Participación Ciudadana y Memoria Democrática, Salomé Díaz Toral, la alcaldesa Ana González y una hija de Olvido Camín, Eloína Blanco Camín. Tras ello, una breve ofrenda floral.
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Audio
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Olvido Camín Fanjul
De ella hablaría su hija en el breve homenaje celebrado en la misma calle en la que vivió, y sobre ella, y el resto de deportados a los que se rendirá homenaje, El Comercio ofrecería una breve reseña biográfica:
La acompañante y cuidadora de 1.100 niños de la guerra
La noche del 23 de septiembre de 1937, ante la inminente caída de Gijón en poder de las tropas franquistas, Olvido Fanjul Camín embarcó en El Musel en un carguero francés con destino a Leningrado. Su misión era poner a salvo a 1.100 niños de la guerra. Tenía 27 años, pertenecía a la Agrupación de Mujeres Antifascistas y era nieta de los fundadores del movimiento socialista en Gijón. En Rusia, fue cuidadora en una de las Casas de Niños Españoles de Pushkin, ciudad donde inició una relación sentimental con un militar ruso que fue enviado al frente y del que nunca más supo. A finales de 1941, embarazada, fue detenida y encarcelada. El bebé, al que llamó Dimitri, como su padre, le fue arrebatado. Le dijeron que había muerto.
Hundida en el dolor, a finales de 1943 llegó al campo de concentración de Ravensbrück, en Alemania, el único construido específicamente para mujeres. Dejó de comer y de hablar y, si sobrevivió, fue gracias a los cuidados de otras prisioneras. Olvido fue una de las cuatro asturianas que consiguieron sobrevivir hasta la liberación del campo por el ejército soviético el 30 de abril de 1945. La quinta, Leonor Rubiano, murió en la cámara de gas. Con los años, rehízo su vida en Francia. Se casó con otro exiliado gijonés, Gerardo Blanco, con el que tuvo tres hijos y con el que retornó a Gijón en 1963. Cuando falleció, en 2001, había cumplido ya los 90.
En imágenes
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Con la colocación de este “stolpersteine” que recuerda a Olvido Camín se iniciaba este proyecto de la Concejalía de Participación Ciudadana y Memoria Democrática, que contó con la colaboración inicial del grupo Eleuterio Quintanilla y del grupo Deportados Asturias, que en el día de hoy homenajeó a otros cinco deportados y que se completará con la colocación del resto en la segunda quincena del mes de abril.
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Reseñas biográficas del alguno de los deportados que en Gijón serán recordados con un “stolpersteine”
Seguir leyendo en El Comercio
José García Martínez El ‘rostspanier’ y prisionero 3.973 de Mauthausen
Calle Mariano Pola
Era el mayor de diez hermanos de una familia asentada en Jove. Fue capturado por los alemanes en Francia, donde había buscado refugio tras el fin de la Guerra Civil, en la que había formado parte de las milicias republicanas. Tras pasar por varios campos de concentración, fue deportado en 1941 a Mauthausen. Identificado con el número de prisionero 3.973 y como ‘rostspanier’, rojo español. De ahí pasó al campo Gusen, donde las condiciones de vida eran aún peores, el trato más cruel y el trabajo más inhumano. Sobrevivió apenas un mes. Murió en diciembre de 1941. Tenía 28 años.
Modesto Álvarez García El capitán que intentó sin éxito ser evacuado a México
Calle Ezcurdia, 173
Tenía 31 años y estaba en el campo de concentración de Gusen cuando murió. Capitán de Intendencia durante la Guerra Civil, al finalizar la contienda pasó a Francia, como miles de españoles refugiados. Ya en el campo de Saint-Cyprien, trató de conseguir su evacuación a México, pero su petición no fue atendida.
Emilio Álvarez Mongil, ‘El manco’ Sus cenizas, arrojadas a El Musel, como era su deseo
C/ El Lucero (esq. Pachín de Melás)
A Emilio Álvarez Mongil, el mote de ‘El manco’ le viene de aquel 21 de octubre de 1937, cuando las tropas franquistas se acercaban a Gijón y él se lanzó al mar en El Musel para tratar de alcanzar un barco. Los bombardeos le hirieron y perdió el brazo derecho. Vecino de El Natahoyo y miembro del Partido Comunista, se implicó en la resistencia francesa, pero acabó detenido por la Gestapo. Tras un consejo de guerra, fue deportado a Alemania. Al campo de Buchenwald llegó en 1944. Su ficha indica: «Nackt eingeliefert» (entregado desnudo). Cuando el campo fue liberado, Emilio volvió a Burdeos y se reencontró con Odette, a la que había conocido en la resistencia y con la que tuvo nueve hijos. Murió en 1987 en Francia, pero sus cenizas fueron dispersadas en las aguas del puerto de El Musel. Era su deseo.
Alfredo Andrés Santos Uno de los 159 evadidos del ‘tren fantasma’
C/ Manuel Llaneza, 12
Padre de cuatro hijos, miembro de la CNT y del Partido Liberal Demócrata, fue trasladado a los campos nazis en el conocido como ‘tren fantasma’, uno de los últimos que transportó deportados durante la II Guerra Mundial. El convoy, un tren de vagones para caballos, tardó dos meses en realizar un trayecto de no más de tres días. Durante el trayecto, se cree que escaparon 159 personas. Alfredo fue uno de los que lo logró.
José Álvarez Menéndez Tremañes El vidriero de Tremañes que se alistó voluntario
Natural de Tremañes, afiliado a la CNT y trabajador de la industria del vidrio. Al inicio de la Guerra Civil, se alistó como voluntario. Posteriormente, se refugió en Francia, donde formó parte de la 29 Compañía de Trabajadores Extranjeros. Fue detenido y deportado en 1941 al campo de Mauthausen. Murió con 30 años.
José María Cueto Rodríguez E
Carretera de Villaviciosa, 2
Chófer mecánico al servicio del Cine del Frente y adscrito a la Consejería de Propaganda, en 1937 José María Cueto solicitó quedar exento de la movilización dado el puesto que ocupaba. Su labor «puede decirse que tiene un carácter militar», escribía el propio consejero, Antonio Ortega, al presidente de la Comisión de Guerra, añadiendo que, con la proyección de películas en los lugares en que las tropas estaban acantonadas, «llevamos a nuestros milicianos un momento de distracción, al pie de las misma trincheras». No surtió efecto y Cueto tuvo que ir al frente. De su devenir durante la guerra y tras esta, no se sabe más hasta su internamiento en Mauthausen, en diciembre de 1940, y su posterior traslado a Gusen, donde permaneció hasta la liberación del campo, en mayo de 1945. Regresó a Francia, donde vivió con su esposa, Oliva Pardo, con la que se había casado en 1930, y volvió en alguna ocasión a España, a visitar a su madre, hasta que esta falleció.

Manuel Cortés García Las fotografías que demostraron el horror nazi
Avenida de la Constitución, 4
Miembro de una familia numerosa de Almería emigrada a Cataluña, Manuel tiene trece años cuando todos juntos parten hacia Francia. Allí acaban en el ‘Convoy de los 927’ que los lleva a Mauthausen, donde quedan el padre y tres de sus hijos varones. Solo logran salir con vida Manuel y Jacinto. Y el papel de este último fue clave para conocer los horrores de los campos de concentración, porque se encargó de buscar un escondite a las fotos de Francesc Boix que luego permitieron inculpar a dirigentes nazis. Con los años, Manuel acabó instalándose en Gijón, donde tuvo una hija. Falleció en 2003.
Isidro Álvarez Martínez El hijo de indianos prisionero por defender la República
Calle Los Moros, 2
Hijo de un matrimonio de indianos que hizo fortuna en Cuba, ya instalados en Gijón compartió escuela con hijos de la buena sociedad gijonesa. Oficial del Cuerpo de Correos desde los veinte años, en 1925 la prensa local daba cuenta de su «glamuroso enlace» con Justina Castro. De tendencias progresistas, el golpe militar del 18 de julio de 1936 le pilló en Guinea Ecuatorial, por entonces colonia española, donde participó en un comité republicano y, al parecer, realizó colectas para el Ejército. Como muchos otros derrotados de la Guerra Civil, pasó por diversos campos de refugiados en el sur de Francia. Pero del de Bram, cerca de Carcasona, pudo salir en agosto de 1939 al encontrar empleo en una empresa de construcción. Después, se sabe que estuvo en París y que, a finales de 1942, por causas aún sin aclarar, fue detenido por los alemanes e internado en un campo de tránsito desde el que fue deportado al campo de concentración de Sachsenhausen, al norte de Berlín. De ahí, fue llevado a una cárcel donde pasó año y medio, hasta que un intercambio de prisioneros auspiciado por las Naciones Unidas propició su traslado a un campo de refugiados de Argelia. Era febrero de 1945. Finalizada la II Guerra Mundial, solicitó su repatriación a España. Lo consiguió en 1947, con 47 años. En un piso del número 2 de la calle de Los Moros pudo formar su nuevo hogar junto a Justina y los hijos del matrimonio, aunque luego acabarían trasladándose a un humilde piso de La Calzada, muy cerca de los astilleros Cantábrico y Riera, en cuya administración trabajó cerca de veinte años.
Aurelio Aquilino Acebal Álvarez El anarquista que encontró la muerte en el campo de Gusen
Marqués de Casa Valdés, 147
Implicado desde joven en la actividad político-sindical, dentro del anarquismo, se supone que estuvo alistado en alguna unidad militar durante la Guerra Civil y acabó en Francia, porque lo que sí se sabe es que en 1940 estaba en el campo de prisioneros de Les Alliers, desde el que, en agosto de 1940, fue deportado a Mauthausen. Acabó sus días en el campo de Gusen, donde falleció en 1942, con 23 años.
Luis Caíñas López Prisionero en Mauthausen, murió con 23 años
Calle Perú, 15
Vecino de La Calzada, el más joven de nueve hermanos y militante de la CNT, fue el prisionero 5.856 de Mauthausen, en el que fueron asesinados el 77% de los 1.478 españoles deportados allí. Diez meses después, en octubre de 1941, fue internado en Gusen, subcampo situado a cinco kilómetros, donde murió el 31 de julio de 1942. Tenía 23 años.