Amigos y amigas de Langreo:
Desde el cielo veo con perplejidad la “guerra (casi) santa” que tenéis planteada con el Ayuntamiento de vuestro concejo langreano.
Yo, hace muchos años que estuve por esos lares. Ya sabéis las versiones que hicieron de mí el honor de ser vuestra patrona. Una, dice, me parece que exageradamente, como la leyenda más popular y conocida, que cuando se pretendió construir una ermita dedicada a mí en un lugar que en la actualidad llamáis Pampiedra, que al inicio de las obras, los obreros observaron en repetidas ocasiones y diferentes días que a la hora de comer el pan se había convertido en piedras. Yo, nunca me manifesté en contra, pero me preguntaba ¿ cómo voy yo a convertir el pan de unos obreros en piedras ( como castigo por la ermita en ese lugar)? Después, algunas personas, dijeron, que me habían visto, en otro lugar, en la copa de un roble, que por esas tierras de mi hermana la Virgen de Covadonga, llamáis ” carbayu” y que, parece, indiqué que quería una ermita en el lugar donde me vieron. No os enfadéis, pero hace tanto tiempo, que no recuerdo haber bajado del cielo. No obstante, es posible. Bueno, el caso es que me construisteis una capilla, por cierto, muy bonita y que agradezco, en el lugar más hermoso de vuestro concejo, desde el que las vistas son un privilegio para quien las contemple.