Tal día como hoy, un 19 de noviembre de 1933, 1.729.793 mujeres (de un censo electoral -1924- de 6.783.629), pudieron elegir a sus representantes, convirtiéndose en ciudadanas de pleno derecho. María Navarro nos recuerda que “Votar es una obligación moral a 85 años del voto femenino”

Mujeres votando en 1933 / Fuente foto
La conquista del sufragio femenino no fue nada fácil, en medio de una sociedad patriarcal, muy machista y convencional, y con un fortísimo peso de la iglesia católica. Una sociedad en la que “La Perfecta casada” de Fray Luis de León y “El ángel del hogar” de Pilar Sinués representaban los modelos femeninos que se verían reforzados por los argumentos de Marañón, muy asumidos socialmente, (aunque no faltaran voces discrepantes, caso de Concepción Arenal, entre otras): Sostenía Gregorio Marañón que las mujeres no eran inferiores, pero que sí eran diferentes en sus rasgos psicológicos y biológicos, características que determinaban y reforzaban su rol exclusivamente doméstico.
El 14 de abril de 1933 sería proclamada la República y en junio del mismo año habían transcurrido las primeras elecciones, convocadas tras la aprobación de la Constitución de la República en el Congreso de los Diputados el 9 de diciembre de ese mismo año, en las que las mujeres no pudieron votar. En ellas, fueron elegidas dos mujeres diputadas de un total de 465 diputados: Clara Campoamor (Partido Radical) y Victoria Kent (Izquierda Republicana). En el mes de diciembre ingresó a las Cortes Margarita Nelken (Partido Socialista).
Sería Clara Campoamor quien pelearía en solitario en el Parlamento y contra su propio partido (vivencias recogidas en su libro “Mi pecado mortal. El voto femenino y yo”) para conseguir, el 1 de octubre de 1933, el reconocimiento del derecho la voto también para las mujeres.
Desgraciadamente, tras las votaciones del 19 de noviembre, tan solo pudieron volver a votar otra vez, en 1936, hasta que la guerra civil y la posterior dictadura franquista despojara a todas las personas de todos sus derechos electorales hasta 1977.
Sobre ello, sobre la conmemoración de esta fecha y sobre la “obligación moral” que las mujeres tienen de votar, por “ellas, por las que lucharon por el voto femenino”, escribe María Navarro en Público
Votar, una obligación moral a 85 años del voto femenino