Otra de las cuestiones que afectan al ámbito de la educación católica que también propone la reforma educativa es que no se puedan crear nuevos centros católicos aunque haya demanda social.

Luis Argüello, portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal
Fuentes: El Economista / Alfa y Omega, Religión Digital (Jesús Bastante)9 de octubre de 2020
El pasado jueves, durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el portavoz y secretario general, Luis Argüello, reconocía que en la reunión del pasado mes de julio con la ministra de Educación, Isabel Celaá, y su equipo habían planteado una integración de la asignatura de Religión y de su alternativa Valores Cívicos y Éticos que podría resolver algunos de los problemas planteados por el proyecto educativo del Gobierno.
Los obispos españoles han propuesto al Ministerio de Educación integrar los contenidos de la asignatura de Religión en un “ámbito específico de educación moral en la escuela”, donde “se estudiarían valores necesarios para la convivencia y el bien común” y que, “al estar fundamentados desde las diversas identidades de los alumnos, respetando la voluntad de los padres, pueden ser explicados desde la perspectiva católica”. “De esta manera se responde al desafío de una formación integral, que hace posible afrontar mejor en el presente y en el futuro las circunstancias de la vida en una sociedad plural”, añadieron las mismas fuentes.”
Así lo han planteado los prelados durante la última reunión con la ministra de Educación, Isabel Celaá, según han informado fuentes de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y así lo confirmaron este jueves a Servimedia fuentes de la CEE, que recordaron que en “la última reunión” (en julio) con la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, los prelados españoles hicieron una propuesta que “aborda la necesidad de la existencia de un ámbito específico de educación ‘moral’ en la escuela, y la posibilidad de que los contenidos de la asignatura de Religión se integren en él.
Los obispos españoles consideran que la propuesta “busca poner de manifiesto la importancia de este ámbito específico de la educación, reconocido generalmente por otras legislaciones y en los marcos normativos internacionales, permitiendo abordar valores compartidos por todos”, pero también “el respeto debido a la identidad propia de los alumnos y a los derechos de los padres”.
Con ello, aseguraron a Servimedia fuentes episcopales, “podrá afirmarse así mejor la dignidad de las asignaturas que conforman este ámbito de enseñanza”
La propuesta es una puerta abierta a ‘profesionalizar’ la clase de Religión, e incluirla dentro de un conjunto de materias que se antojan necesarias para todo alumno, sea o no creyente en una confesión. Además, salvaguardaría la ‘esencia religiosa’ de la parte confesional de la materia, que seguiría bajo control de los obispos o los representantes de las confesiones con acuerdo con el Estado.
‘No’ rotundo de los sectores ultracatólicos
En la citada rueda de prensa, el propio Argüello manifestó que desde el Ministerio de Educación le habían trasladado su intención de estudiar este modelo, pero, según añadió, todavía no habían recibido respuesta. «La respuesta de facto son las enmiendas que han realizado los grupos que sostienen al Gobierno. Enmiendas que nos preocupan mucho», lamentó el también obispo auxiliar de Valladolid, que, a renglón seguido, dijo que estas buscan «cercenar» la libertad de educación, tanto de los padres como de los centros.
Aunque el Gobierno aún no ha respondido a la misma, fuentes consultadas por Religión Digital valoran la iniciativa del Episcopado, que puede servir para ‘cerrar frentes de batalla’ y que podría generar alguna contrapartida para la escuela concertada. Por el momento, ya se ha filtrado que el Gobierno no gravará con el 21% de IVA a la enseñanza concertada, y está por ver si hay algún tipo de tasa a los colegios.
La futura ley de educación apostaría por considerar la asignatura de Religión como una materia no computable y, además, sin una materia alternativa que pudiesen cursar los alumnos que no optasen por la formación religiosa. Según las cifras de la Conferencia Episcopal, 34.000 profesores de Religión dedican su tiempo a difundir los valores del Evangelio en las aulas españolas.
Sin embargo, desde los sectores más ultraconservadores, ya se comienza a acusar a los obispos de haberse “rendido” al “gobierno social-comunista”, y advierten que la medida, de aprobarse, supondrá la desaparición de la Religión de la escuela.
Otra de las cuestiones que afectan al ámbito de la educación católica que también propone la reforma educativa es que no se puedan crear nuevos centros católicos aunque haya demanda social.