Escribe Antonio Gómez Movellán, presidente de Europa Laica

Alberto Garzón, en elacto de promesa de su cargo en presencia del rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. EFE
Antonio Gómez Movellán, Público, 28 de enero de 2020
La investidura de un nuevo gobierno de coalición de izquierdas ha levantado muchas expectativas y muchas esperanzas entre los que nos hemos nos hemos movilizado en las calles en los últimos años.
Ha sido importante que la ceremonia de promesa del presidente y ministros haya sido laica y sin una simbología religiosa ya que, al mismo tiempo, estamos viendo como en muchos ayuntamientos como, por ejemplo, el de Zaragoza, el Partido Popular, en compañía de Ciudadanos, están volviendo a llenar el ayuntamiento con simbología religiosa. Lo simbólico es un reflejo de la realidad y de ahí la importancia que tiene mantener una simbología universal y laica y no particular.
Y sin embargo ver a los nuevos ministros republicanos jurando lealtad al rey ha llamado la atención. Al fin y al cabo, Alberto Garzón siempre se ha declarado republicano y siempre ha hecho gala de este asunto. En cierta forma es una contradicción que para ser diputado y senador se obligue a una promesa en la que cada cual puede decir, de acuerdo a la doctrina del Tribunal constitucional, prácticamente cualquier cosa ,pero para ser ministro hay que jurar la lealtad al Rey; este año, por ejemplo, ha habido algunos diputados que han prometido el cargo de diputado por la memoria de las Trece Rosas y el propio Garzón prometió su cargo de diputado “por la democracia y la republica” y en cambio para ser ministro hay que jurar lealtad al rey. El asunto es complejo, pero en cierta forma es un desprecio a la soberanía popular. Hace unas semanas, en el congreso, se puede prometer por la república y sin embargo para entrar, hoy, en el gobierno, se debe desdecir del juramento republicano y jurar lealtad al rey. De cara al pueblo cualquier juramento vale y en cambio para entrar al gobierno solo vale la lealtad al Rey. Read the rest of this entry »