Inmaculada Blasco Herranz, profesora de Historia Contemporánea, Universidad de La Laguna
Fuente. 15 de marzo de 2020
Que la relación entre mujeres y religión no resulta fácil de abordar lo muestra la ambivalencia de las interpretaciones ofrecidas al respecto. Para algunos, la religión ha sido liberadora de las mujeres, les ha ofrecido consuelo y amparo a unas vidas concebidas como especialmente abocadas al sufrimiento. Para otros, la religión ha sido fuente de opresión y subordinación femenina, un hecho que puede constatarse tanto en las declaraciones de inferioridad recogidas en los textos sagrados de las diferentes religiones como en las prácticas religiosas que excluyen a las mujeres de la jerarquía de poder.
Cada una de estas interpretaciones responde a enfoques y se inserta en marcos teóricos diferentes y, a menudo, en conflicto entre sí. La primera interpretación coloca en primer plano la experiencia y prácticas de las mujeres, dentro de una visión de recuperación de los sujetos históricos y sus acciones. La segunda considera de mayor relevancia explicativa las estructuras institucionales y los discursos dominantes que las religiones impulsan y transmiten.
En el caso de la historiografía feminista española, esta ambivalencia puede apreciarse cuando proyectamos una visión amplia de los estudios relativos a diferentes épocas históricas. Mientras que la historia de las mujeres referida a la España medieval y moderna, sobre todo la primera, ha prestado gran atención a la relación entre las mujeres y la religión, las historiadoras contemporaneístas sólo muy recientemente han comenzado a interesarse por los lazos entre las mujeres, el género y la cuestión religiosa.[1]
Esto se debe a varios motivos. Read the rest of this entry »