Las “primeras comuniones” caen en España un 34% en una década.

En algunos municipios pequeños ninguna niña o niño quiso dar ese paso el pasado año.

Foto ICAL- Agencia ICAL
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A la crisis de sacramentos que afronta la iglesia católica: las bodas católicas ya son sólo el 21% del total y se bautiza a menos de la mitad de los niños, se suma el descenso de primeras comuniones que alcanza un 34% en la última década

Fuentes: Nius Diario (Ana García Quesada) / Levante (Toni Álvarez Quesada), 21 de mayo de 2023

Según los últimos datos publicados, 182.760 niños hicieron la Primera Comunión en 2021. Es la cifra más baja jamás registrada sin contar la pandemia. Supone un 10% menos que en 2019, cuando cumplieron con este sacramento 204.618 pequeños. Si echamos un poco más la vista atrás, la bajada es aún mayor. En 2010, 280.654 niños hicieron la comunión. La caída es del 34% desde entonces.

No obstante, a la espera de datos de 2022, el número de menores de 8 o 9 años que opta por esta ceremonia religiosa sigue siendo mayoritario en España, a pesar que la fe católica está en clara caída en una sociedad cada vez más secularizada como avalan sistemáticamente los datos del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) que en 2011 indicaba que el 71% de la población se consideraba católica, mientras que en 2021 era solo el 59,8% -practicantes menos del 20%, y el número de ateos, sin embargo, se ha disparado hasta más del 40%. Ahora, los últimos datos del CIS de este mes de mayo señalan que un 54,2% se declaran católicos -sólo un 18,2% practicantes-, mientras que ateos, no creyentes, indiferentes o agnósticos alcanzan el 42,6%.

Fuente Público
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Aunque en descenso, sí parecen seguir “estando de moda” y teniendo vigencia como acto social con toda su parafernalia. Roberto de la Fuente, organizador de este tipo de eventos en Madrid, explica a NIUS que en 2020 y 2021 las comuniones registraron mínimos históricos por la crisis del coronavirus y las severas limitaciones a las reuniones de personas en lugares públicos. “En 2022 se celebraron algunas más, la mayoría fuera de temporada, pero pocas, así que este va a ser el primer año normal desde la covid. Aun así no se van a alcanzar las cifras de antes. Hemos notado una caída en las celebraciones, menos niños hacen la comunión”.

Religión y comuniones en pueblos y municipios pequeños

Esta realidad que recogían los datos y el testimonio del organizador de eventos en Nius Diario, contrasta con otras situaciones como las que recoge Toni Álvarez en Levante sobre la situación en municipios como Benifairó de la Valldigna (Valencia) donde las comuniones languidecen:

Una comunión en dos años. Ese es el escaso bagaje que registra Benifairó de la Valldigna y que demuestra la diferente forma en la que actualmente se vive la religión en los pueblos. Hasta ahora, había un domingo de mayo en el que la localidad se convertía en una fiesta, las familias pasaban meses preparando la celebración de la que disfrutaban los niños y las niñas que en ese ejercicio cumplían 9 años. Se abrían de par en par las puertas de las casas a sus invitados para mostrar los regalos y trajes que con ilusión portaban los ‘comuniantes’ y la banda de música recorría las calles de la localidad acompañando a los y las protagonistas.

Pero todo eso ha ido languideciendo hasta prácticamente desaparecer. En dos años solo se va a celebrar una comunión en la localidad. En 2022 no hubo ninguna, según confirmaba a este periódico el párroco Jorge Enguídanos. De la promoción de ese año había una niña que sí estaba dispuesta a tomar la primera comunión, sin embargo, según explican vecinos consultados por este periódico, al comprobar que iba a hacerlo sola decidió adelantarlo y la celebró antes de lo que le correspondía

La situación no ha cambiado mucho en este 2023. De los 12 niños y niñas nacidos en 2014 que hay en el municipio, que es a quienes les corresponde la celebración este año, solo hay uno que ha decidido finalmente dar el paso. Será el domingo día, 28 de mayo, justo el día, por cierto, de las elecciones locales y autonómicas.

El párroco señala dos cuestiones que han provocado esta situación. Por una parte apunta a “la baja natalidad” que se está registrando en los últimos años pero también, como reconoce, “a la desacralización de la sociedad actual” y añade que “la comunión ya no es algo importante para las familias”, indica. En ese sentido, contrapone la situación que ha vivido durante sus años de misionero “donde en Brasil había una comunidad de 500 niños que tomaban la comunión”, explicaba.

En ese sentido, el religioso, que también es titular de las parroquias de Simat y Barx, señala que la media de edad de las personas que participan habitualmente de los actos religiosos del municipio supera los 70 años.

Además, la situación no mejora mucho de cara a los siguientes años.

Esa situación se ha acrecentado tras la pandemia, puesto que, por ejemplo en el año 2020 hubo 12 comuniones de un total de 18 niños y niñas que conformaban la promoción.

Ese descenso en el número de “comuniantes” no es exclusivo de Benifairó. En otras localidades de parecido número de habitantes como l’Alqueria de la Comtessa, por ejemplo, apenas han participado cinco niños y niñas de un total de 14 en edad de celebrarla.

¿Y el futuro?

Esta mañana la Cadena Ser (A vivir que son dos días), dedicaba uno de sus espacios precisamente al tema de las comuniones. Y para tratar de ello hablaron con Marta Carretero, investigadora del colegio de politólogos y sociólogos de Madrid que analizó la evolución de la primera comunión en los últimos años.

[…] Carretero declaraba que “definitivamente en estas últimas décadas el acto religioso ha perdido totalmente el peso, antes todos estos eventos eran fundamentalmente religiosos y muy humilde y todo el mundo tenía que pasar por ello. Ahora es todo mucho más emperifollado. Es una cosa más de presentación que de simbología religiosa. Ahora es una opción y la gente quiere dedicarle todo lo que tiene a la celebración dedicada a su hijo”. […]

[…] En cuanto al nuevo rumbo que llevarán las primeras comuniones, es evidente que tiene una tendencia a la baja. Pero, tendrán otro tipo de significado exento de significado religioso, “como una especie de celebración de la llegada del niño a la adolescencia, más como una etapa vital” explica Carretero. De hecho, ya comienzan a celebrarse las fiestas de la llegada a los quince años, propias de Estados Unidos o América Latina. Es una realidad que este tipo de eventos se han convertido en un nicho de mercado, el cual ha creado nuevas empresas dedicadas exclusivamente a la celebración de la primera comunión.

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