El arzobispo de Oviedo denuncia que la “nueva normalidad” viene “por decreto”

El Nuncio, con Sanz, en Covadonga
Jesús Bastante, Religión Digital, 7 de septiembre de 2020
“También los hay que se aprovechan de esta tragedia para intentar cercenar y censurar la libertad religiosa a golpe de ordeno y mando“. El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, ha arrancado el nuevo curso con fuerza, arremetiendo contra el Gobierno y su intención de implantar la ‘nueva normalidad’ “por decreto, o porque así lo decide quien tiene, por ahora, el timón de la nave”.
En su primera carta pastoral del curso, ‘Volver a empezar’, Sanz Montes subraya cómo “la realidad es más libre y más terca, y no se ajusta sin más a los intereses políticos o económicos de quienes con este virus dibujan el mapa de nuestras vidas”, unas veces “alertándonos con pánico, otras diciendo que no pasa nada. Momentos en los que no podemos salir del búnker doméstico, y otras con un pistoletazo de salida para un casi vale todo… con mascarilla y las medidas de distancia”.
Frente a ello, el prelado destaca que los cristianos “hemos estado a la altura de la responsabilidad debida, que no siempre es la que nos han reclamado”, y destaca como “plausible excepción” la actuación de las autoridades asturianas, que “han planteado y gestionado con enorme sensatez, prudencia y razonables medidas, en medio de un aluvión de gentes que nos han visitado en estos meses de verano”.
“Ejemplar” respuesta de los fieles
“Nuestros templos parroquiales son espacios de total seguridad, porque ahí hemos querido cuidar a la gente que entraba en las iglesias y ermitas buscando la paz, el consuelo, la gracia, no buscando otras cosas que terminaban por imponerte después el contagio que no buscabas”, destaca el prelado, quien califica de “ejemplar” la respuesta de los fieles.
Frente al comienzo de curso, Sanz hace un llamamiento a “la mesura que nos hace responsables“, para “evitar la irresponsabilidad de quien banaliza la gravedad de este momento, así como quien asustadizo se enroca y atrinchera para no hacer nada, muerto de miedo”.
“Entre los que banalizan hasta la frivolidad y los que se asustan hasta el escaqueo, está la medida serena y sensata, de quien pone los medios razonables para que no se nos escape la vida en todos sus sentidos, tampoco la vida cristiana que hay que seguir nutriendo y cuidando con las celebraciones, los sacramentos, las catequesis y nuestro adaptado calendario. Así lo vamos a hacer como Diócesis, también por arciprestazgos y en cada parroquia”, concluye Sanz.
Carta Pastoral “Volver a empezar”