…La beligerancia de la iglesia en temas de educación no tiene tanto que ver con la búsqueda de un espacio para el adoctrinamiento como con frenar alternativas educativas que desplacen el ideario de fe y sumisión que promueve y que encaja tan perfectamente con los intereses mercantiles de la oligarquía económica…
Emilio Jurado, Nueva Tribuna, 2 de junio de 2019
El cuerpo me pide que el vocativo que utilizo, córcholis, tuviera otra dimensión, otra sonoridad, probablemente la que se merece, es la educación so gilipollas o algo así, pero como este artículo contiene una reflexión sobre el tema de fondo de la educación, seamos educados pues y dejémoslo como está.
Y es una reivindicación y una denuncia de lo que nos ocurre por falta de ambición al diseñar y poner en práctica un sistema de educación comprometido. El modelo educativo nacional tiene su principal indicador de ineficiencia en el abandono temprano, esto es en la salida de formandos de distintos ciclos sin finalizar los mismos, careciendo por tanto del conocimiento base y de la certificación correspondiente. El año pasado el 18,5 % de l@s estudiantes españoles abandonaron sus respectivos ciclos sin conseguir completarlos. Muy por encima de la media europea.
Si a esto sumamos que España sea uno de los países de la UE con mayor tasa de jóvenes que ni estudia ni trabaja, y que cuando la economía tira, el mercado de trabajo tiende a vaciar las aulas, la cosa se pone muy fea. Porque la fotografía de conjunto nos da una imagen de país embrutecido o carente de los recursos intelectuales sobre los que se edifica el pensamiento con capacidad crítica suficiente como para no dejarse engatusar por las veleidades de cada momento. Esto lo ha entendido perfectamente el pensamiento de progreso en nuestra historia y ha sido tradicionalmente un campo de batalla en que han pugnado desde Jovellanos hasta Maravall pasando por Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza. El pensamiento progresista siempre ha identificado la educación como la condición necesaria (no suficiente) para la liberación de las personas y de la colectividad que forma la ciudadanía de este país, tan dependiente del capricho de los capillitas y de los señoritos. Lee el resto de esta entrada »