Navarra reconoce a las primeras víctimas de abusos sexuales en la Iglesia

Seis primeras víctimas han sido reconocidas por la comisión de especialistas. Pronto sumarán otras 19 cuyas peticiones aún están siendo procesadas.

El Gobierno de Navarra ha reconocido a las primeras víctimas de abusos en la Iglesia. A la izda. José Luis Pérez / Imagen: EITB
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Fuentes: Público / Eiteb.eus / Navarra.es / El País, 22 de julio de 2023

El Gobierno de Navarra ha reconocido oficialmente a las primeras víctimas de abusos por parte de la Iglesia tras analizar sus casos. Han reconocido a seis víctimas hasta ahora, y pronto sumarán otras 19 cuyas peticiones aún están siendo procesadas. Las víctimas han compartido que se sienten “liberados”  tras ser oficialmente reconocidos sus casos, y recibirán en su casa la notificación que certifica el reconocimiento de su abuso en los próximos días.

La comisión de expertos que trabaja en el reconocimiento de las víctimas de ataques contra la integridad física, la indemnidad y la libertad sexual en el ámbito de la Iglesia católica en Navarra, que se creó bajo el amparo de la Ley Foral 24/2022, ha otorgado este viernes mediante Orden Foral, firmada por el consejero de Políticas Migratorias y Justicia, la condición de víctimas a seis personas que vieron vulnerados sus derechos y su libertad en la infancia.

Tras analizar sus casos, escuchar su relato, cotejar datos y solicitar archivos eclesiásticos y académicos, además de analizar la coherencia de su denuncia, la comisión ha determinado en estas primeras seis solicitudes que son merecedoras del reconocimiento oficial como víctimas.

Así lo indica el Gobierno Foral en un comunicado en el que indica que, además, de estos 25 expedientes tramitados, hay otras 48 solicitudes pendientes que se irán resolviendo poco a poco.

Sala Prensa Navarra
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Tanto Ana Luisa como José Luis forman parte de estos primeros seis expedientes tramitados 

Ambos comparten que ha sido un proceso largo, y cuando comenzaron a hablar de este asunto no querían dar su nombre y salían de espaldas y sin mostrar la cara, hasta que se dieron cuenta de algo fundamental: “Nosotros no tenemos que tener vergüenza de lo que nos pasó, los que tienen que tener vergüenza de lo que nos pasó son quienes nos lo hicieron”.

José Luis Pérez, de 59 años,  la primera persona que alzó la voz en Navarra para denunciar que había sufrido abusos sexuales durante su infancia cuando fue alumno interno en el centro escolar Padres Reparadores de Puente la Reina, y es una de esas primeras seis personas en recibir el reconocimiento. Pérez comparte que a pesar de haber sido un proceso duro, “la sensación del reconocimiento es maravillosa”.

Pérez dio un paso al frente en febrero de 2019, cuando hizo público su caso en SER Navarra, y la bola empezó a rodar. Una treintena de personas levantaron la voz, se han constituido en dos asociaciones en Navarra y han logrado aprobar una ley autonómica pionera en España, bajo cuyo paraguas se ha puesto en marcha la comisión de expertos que trabaja en el reconocimiento de las víctimas de ataques contra la integridad física, la indemnidad y la libertad sexual en el ámbito de la Iglesia católica en Navarra.

José Luis Pérez se siente, en cierto sentido, liberado, con más fuerzas para seguir adelante, pero reconoce que el dolor sigue: “Por muchos éxitos que consigamos, mi historia no muere. Mi historia sigue en mi cabeza, en mi corazón. Es algo que yo sé que va a acompañarme el resto de mi vida, que eso morirá conmigo y eso hay que llevarlo cada día”. Aun así, es una noticia que le ha dado fuerzas: “para poder arrastrar esa mochila gorda que se me puso y que, de alguna manera, no puedo quitarme”. Pérez, narra, ha luchado con dos corazones. El suyo y el de su hermano Javier, quien, antes de suicidarse, dejó escrita una carta en la que narraba todos los abusos sufridos cuando fue alumno de los reparadores. Navarra es una comunidad pionera. Un informe encargado por el Gobierno foral identificó a 58 víctimas de pederastia en su Iglesia.

Considera “importantísimo lo que ha hecho el Gobierno de Navarra”, ya que tras sufrir abusos cuando era niño “mataron esa inocencia y esa infancia”. Agrega también que la formación de la comisión de expertos y el trabajo que hacen para las víctimas es un “referente en todo el país“.

Ana Luisa Anaut, de 67 años, quien también forma parte de los primeros casos reconocidos, sufrió abusos sexuales cuando era niña por parte del reverendo coadjutor (el eclesiástico destinado a ayudar al párroco en el servicio religioso) en Isaba, su pueblo. Tras conocerse los hechos, su abusador fue trasladado a otra localidad para encubrir el abuso.

Admite que “nunca se lo había contado a nadie, casi ni en mi propia familia, pero era un dolor muy grande que tenía guardado y necesitaba quitarme este peso de encima”. Comenta también que “somos muy pocas mujeres las que aparecemos en estos casos y estoy convencida de que habrá más”. El reconocimiento oficial del abuso que sufrió de niña es para ella “liberador, y una gran alegría, a pesar del dolor que supone rememorar aquello”.

Reparar la dignidad vulnerada

Uno de esos casos que serán revisados por la comisión en próximas fechas es el de Marcos Leyún, de 74 años, actual presidente de la Asociación de Víctimas de Pederastia en Instituciones Religiosas de Navarra. Para él el reconocimiento es clave. “Para nosotros el reconocimiento como víctimas es fundamental para recuperar parte de la dignidad que nos quitaron cuando abusaron de nosotros cuando éramos niños”, explica Leyún. “Aquí, por fortuna, el Gobierno de Navarra nos ha permitido tener un servicio de apoyo psicológico, que nos ha aliviado muchísimo a la gente que hemos sufrido este tipo de abusos”, añade.

Marcos Leyún, presidente de la Asociación de Víctimas de Pederastia / DN
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“A menudo piensas que lo tienes superado, pero no. Cuando uno denuncia esto, al principio tendrá mucho miedo es lógico, mucha gente no se atreve, pero yo lo recomendaría. La primera liberación que tiene uno es cuando denuncia. Uno recupera la seguridad que tiene en sí mismo, que es una de las primeras cosas que se vulneran cuando sufres abusos”, incide Leyún, que padeció tocamientos por parte de un religioso cuando tenía 9 años en el colegio Santa María la Real de los hermanos Maristas.

Este reconocimiento es el primero emitido por una Administración pública en España y supone, en palabras del consejero Santos, “una reparación simbólica, en términos de decirle a estas víctimas que lo que cuentan, sucedió. Que hay que romper el silencio y que estamos con ellos y con ellas”. En concreto, a los denunciantes reconocidos como víctimas se les hará entrega de una orden foral firmada por el propio consejero. No van a ser las últimas. Santos ha detallado que, hasta este momento, han recibido 49 solicitudes de reconocimiento. De ellas, “25 están trabajándose por parte de la comisión. De esas 25, 19 están en tramitación y 6 son las que se acaban de resolver positivamente”. Entre las peticiones, ha destacado, “hay más mujeres de las que esperábamos en un principio y gente nueva que no teníamos detectada”.

Comisión de expertos

Además, de estos 25 expedientes tramitados, hay otras 48 solicitudes pendientes que se irán resolviendo poco a poco por la comisión formada por el historiador Mikel Lizarraga y el psicólogo Josean Echauri, ambos elegidos por los representantes de las asociaciones de víctimas de abusos; la historiadora Esther Aldave y la criminóloga Ana Carmona que han sido propuestas por el Parlamento de Navarra y la docente Camino Bueno y el experto en derechos humanos Mikel Córdoba, a propuesta del Gobierno, junto a Izaskun Gartzaron, responsable de la Oficina de Atención a Víctimas del Delito del Ejecutivo foral. 

Sesión constitutiva de la Comisión de Abusos Sexuales en el seno de la Iglesia católica/ Diario de Navarra
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Esta misma comisión sigue teniendo dos puestos vacantes, que son los que la propia ley reservaba a designar por la jerarquía de la Iglesia católica en la Comunidad Foral, puestos que finalmente no han sido cubiertos por la negativa de la jerarquía eclesiástica a participar en la comisión, si bien el Gobierno de Navarra sigue con la mano tendida para que esta se pueda llevar a efecto.

El proceso de reconocimiento

El procedimiento de reconocimiento de las víctimas de abusos en el seno o con ocasión de las actividades realizadas por la Iglesia católica en Navarra se inicia, en primer lugar, por medio de solicitud para el reconocimiento de la condición de víctima que hacen las propias personas afectadas en la Oficina de Atención a Víctimas del Gobierno de Navarra.

Estas solicitudes deben contener una descripción detallada de los hechos y pueden ir acompañadas de cuantos documentos o informes se consideren oportunos, sin perjuicio de las actuaciones y gestiones que pueda realizar la comisión para la documentación y acreditación de estos. Una vez, recibida la solicitud, el órgano competente para la tramitación del expediente, en este caso la Oficina de Atención a las Víctimas, traslada el expediente a la comisión de reconocimiento.  Para ello, los siete expertos que la componen se entrevistan con los denunciantes y evalúan los testimonios, pidiendo, si es necesario, informes a la Iglesia Católica y a las congregaciones religiosas. Es la propia comisión quien propone, de forma motivada, si se admiten a trámite o no las solicitudes, dentro del plazo máximo de un mes desde la remisión. Una vez admitida se inicia el procedimiento de reconocimiento para declarar o denegar la condición de víctima tras estudiar el caso en particular.

A pesar de que la ley autonómica lo contempla, añade Santos, la Iglesia “no está colaborando activamente en la comisión” ni forma parte de ella. De hecho, la comisión sigue teniendo dos puestos vacantes, pertenecientes a la Iglesia, que ha declinado participar. En cualquier caso, reconoce Santos, “sí que es verdad que la comisión está pidiendo informes a la Iglesia diocesana y en su caso a las congregaciones, y están contestando”.

El psicólogo Josean Echauri, – componente de la comisión de expertos-, reconoce que ha sido un trabajo complicado porque “partíamos de cero” en la construcción de la comisión que preside. Su labor ha consistido fundamentalmente en recoger y evaluar el testimonio de los denunciantes y solicitar información tanto a al Departamento de Educación ―muchos de los abusos ocurrieron en centros escolares y es preciso contrastar las fechas para saber, por ejemplo, si denunciante y victimario coincidieron y lugar― como a las diócesis y a las órdenes religiosas. En este último caso, y pese a que la Iglesia no participa como tal en la comisión, su presidente reconoce que “prácticamente por parte de todas hemos tenido escucha, apoyo y han aceptado colaborar con nosotros. Algo fundamental para conocer, por ejemplo, si en las fechas aportadas por la víctima se registraron denuncias similares.

Echauri ha recalcado el efecto sanador que ha tenido este proceso en las víctimas. Desde las primeras denuncias hasta la aprobación de la ley, que ha supuesto una herramienta “que puede dar credibilidad a lo que cuentan”. “Es una reivindicación de la verdad, de que ha sucedido y esto, para ellos, ha sido importante”.

La comisión ha recordado, de nuevo, todas las vías de contacto que tienen las personas afectadas como son los números de teléfono gratuitos a los que se pueden dirigir que son el 848 421387 y el 848427671, así como contactar a la oficina de atención en la dirección de correo electrónico: comision.abusos.iglesia@navarra.es.

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