
Laureano Lourido accede a la iglesia de San Pedro para dar el pregón entre los miembros de las hermandades gijonesas. En primer término, la alcaldesa Carmen Moriyón y el edil Jesús M. / Ángel Salvador
Para no perderse, una vez más, ritos y rituales ligados a la iglesia católica, este año Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón, (municipio integrado en la Red de Municipios por un Estado Laico y con una moción aprobada para elaborar un Reglamento de Laicidad), acompañada del edil Jesús M. Salvador acudió a la iglesia de San Pedro para escuchar el pregón de Semana Santa que este año corrió a cargo de Laureano Lourido, presidente de la Autoridad Portuaria gijonesa, organismo público dependiente de Puertos del Estado, dependiente a su vez del Ministerio de Fomento.
Noticia de J. M. Ceínos en La Nueva España, 14 de abril de 2019
El presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, pregonero de la Semana Santa, afirma que “se necesita ‘un par’ para ser un verdadero cristiano”
Una Semana Santa “seria, no triste; Jesús no quería tristes a su lado, porque la tristeza nos encorva la espalda, nos humilla la cerviz y no nos permite mirar el Cielo”, fue lo que ayer pidió Laureano Lourido Artime en su pregón de la Semana Santa de Gijón, que se celebró, como ya es tradicional, en la iglesia de la parroquia Mayor y Principal de San Pedro Apóstol, con la presencia de la alcaldesa, Carmen Moriyón Entrialgo y el párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta, entre otros.
Laureano Lourido Artime (Nubledo, Corvera, 1959), presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón desde septiembre de 2015, capitán de la Marina Mercante y máster en Gestión Portuaria por la Universidad Pontificia de Comillas, pronunció el pregón arropado por miembros de las tres hermandades penitenciales de la villa: la Ilustre Hermandad de la Santa Vera Cruz (capirote morado), la Ilustre Hermandad de la Santa Misericordia (capirote negro) y la Ilustre Cofradía del Santo Sepulcro (capirote rojo). Con los hermanos mayores de ellas entró el pregonero en el templo con el redoble de tambores.
Previamente al pregón, tomó la palabra Ignacio Alvargonzález Rodríguez, hermano mayor de la Ilustre Hermandad de la Santa Misericordia y presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades Penitenciales de Gijón, para tributar “un emocionado recuerdo” a tres personas fallecidas en el último año: Guillermo Quirós Pintado, que fue pregonero de una Semana Santa de Gijón; José Luis Llorens González, hermano mayor de la Ilustre Hermandad de la Santa Vera Cruz, y José Ramón Fernández Costales, excanciller de la Ilustre Cofradía del Santo Sepulcro.
Ya en el uso de la palabra, Laureano Lourido comenzó su pregón, a modo de “pública confesión”, recordando su infancia y juventud en Nubledo y en Gijón, donde estudió para oficial de puente, y “como soy pecador y el Señor me perdona, voy a decirlo: se necesita ‘un par’ para ser un verdadero cristiano activo; máxime en estos tiempos en los cuales la envidia camina del brazo de la vileza”. Y prosiguió el pregonero afirmando que “la Semana Santa no es mustia, lánguida y melancólica, es de compromiso”, por ello pidió que “en esta Semana Santa finquemos nuestra fe para que cuando pinten bastos, como decimos en Asturias, no salir escopetiaos”.
También se refirió Laureano Lourido al papel de las mujeres, “en el momento de la Pasión, los Evangelios sólo nos hablan de ellas, de las seguidoras y los hombres no aparecen por ninguna parte”. Finalmente, el pregonero pidió a los cofrades que hicieran sonar sus carracas “hasta que las rocas se quiebren” y su sonido se escuche en todo el concejo.