En breve se inicia la campaña del IRPF. En ella, “NO cargues con la cruz / ¡NO marques ninguna cruz! El año pasado aumentaron en 600.000 las declaraciones que así lo hicieron

Foto: El cardenal Ricardo Blázquez presidiendo la concelebración eucarística del 50 aniversario de la Facultad de Teología, en la catedral de Pamplona.
Los datos que publica la CEE señalan que aunque el número de declarantes que “cargan con la cruz” ha disminuido, (1,39% menos en relación al ejercicio anterior), la aportación que recibirá la iglesia católica ha alcanzado una cifra record, 256 millones de euros. Entre otros datos (porcentaje por Comunidades, por sexos o por tramos de renta), ofrece el porcentaje de declaraciones en las que se marcan tanto la casilla de “aportaciones a la iglesia católica” como la de “otros fines sociales”, que ha aumentado un año más pasando del 60% en 2016 al 62,5% en la declaración de 2017, y el número de quienes no señalan ninguna cruz que también ha aumentado, 600.000 declaraciones más que en 2016.
Al acercarse la nueva campaña de la declaración de la renta (se iniciará el próximo 4 de abril), nuevatribuna.es publica un artículo de Víctor Arrogante en el que defiende, y argumenta, no marcar ninguna de las dos casillas.
Contra la cruz de la Iglesia
Ha comenzado la campaña de Declaración de la Renta y permítanme que recurra a la mía particular: la financiación de la Iglesia Católica a través de la declaración de la renta es injusta. Tampoco las necesidades sociales deben ser cubiertas por la voluntad del contribuyente o establecidas por las organizaciones, sino que han de formar parte de las políticas sociales, en función del interés general, en el marco del Estado de bienestar.
En la Declaración de la Renta de 2017 (IRPF) aumentaron en 600.000 las declaraciones que no marcaron ni la casilla de la Iglesia ni la de fines sociales. La cantidad destinada por los contribuyentes a la Iglesia aumenta en 7 millones de euros y alcanza los 256,21 millones, representando un incremento del 2,83% con respecto al año anterior. Es la cifra más alta desde el comienzo del actual sistema de asignación tributaria de 2007, que promedia una subida anual del 0,58%. El número de declaraciones a favor de la Iglesia ha sido 7.112.844 y si tenemos en cuenta las declaraciones conjuntas, más de 8,5 millones de contribuyentes destinan a la Iglesia el 0,7% de sus impuestos.
Es necesario que se elimine la asignación tributaria a la Iglesia a través del IRPF, privilegio que se mantiene por el Concordato y los Acuerdos de 1979. Izquierda Unida, viene pidiendo al Gobierno la derogación de los acuerdos con el Vaticano, por «vulneran el principio de independencia entre la Iglesia y el Estado» que viene a amparar «la financiación de la Iglesia Católica con fondos públicos y el adoctrinamiento religioso en todos los niveles del sistema educativo».
La Iglesia disfruta de un verdadero paraíso fiscal, según afirma Europa Laica en su informe Opacidad y Financiación de la Iglesia Católica. Mientras aumenta la pobreza y se privatizan servicios públicos, el Estado aporta a la Iglesia, a través de subvenciones directas y exención de tributos, una cifra que supera los trece mil millones de euros anuales, para mantener al clero, diócesis, seminarios, realizar manifestaciones partidarias, lanzar campañas de discriminación y segregación en razón de género, en contra de la libertad de la mujer para decidir sobre su maternidad, o sobre la libre elección de la orientación sexual, los avances científicos, la eutanasia o la muerte digna.