Estado Laico versus celebraciones confesionales
A Carmen Moriyón, alcaldesa, poco parece preocuparle confundir lo público y lo privado, sus creencias religiosas personales y su cargo institucional como representante de una ciudadanía plural y diversa. Y así, la Alcaldesa, haciendo gala de su nulo respeto a la libertad de conciencia, acompañada de ediles de Foro y PP, una vez más volvía a participar activamente en las ceremonias religiosas, misa y ofrenda floral, celebradas en la parroquia de San Pedro el día de la fiesta local, 29 de junio.
Y allí, en Campo Valdés, para recordar, y reivindicar, la obligada neutralidad de las instituciones en materia religiosa, en un Estado que se declara aconfesional y en un Ayuntamiento adscrito a la Red de Municipios por un Estado Laico, convocó Asturias Laica una acto cívico de reafirmación laicista en el que participaron decenas de personas, con pancartas y en silencio.
Pancartas y silencio es la seña de identidad de una convocatoria anunciada como «pacífica y silenciosa», y avalada como tal por muchas convocatorias anteriores, pero que a la Delegación de Gobierno debe parecerle de «sumo riesgo» a tenor de los medios policiales enviados que cada vez obligan a llevar la concentración más lejos de la iglesia y del espacio donde tiene lugar la «bendición de las aguas».
No podía faltar en esta página nuestro agradecimiento al respaldo recibido en la rueda de prensa por los grupos municipales IU, PSOE y Xixón Sí Puede, así como el apoyo y la presencia de grupos políticos, de colectivos y movimientos sociales y de toda la ciudadanía que está haciendo posible que las movilizaciones en torno al 29 estén cada vez más presentes en la calle y en la opinión pública. Gracias.
Publicaba ayer, 30 de junio, El Comercio «Agua bendita con «raíces en Gijón», en la que se incluyen algunas de las frases que motivaron el escrito remitido al diario y del que, hoy día 1 de julio, publicaba este «resumen»