¿Qué hacen curas católicos, y con rango militar, en el ejército de un país aconfesional?

Suena a anacronismo, y lo es, pero, como sabemos, en el Ejército español y gracias al Concordato vigente, existe la figura del Cura Castrense, y, también un Arzobispado castrense, diócesis personal, no territorial, regida por un arzobispo, que se encuadra en la categoría canónica de «ordinariato militar», y que por autorización expresa de la Santa Sede se denomina oficialmente Arzobispado Castrense de España.
Y, además, estos curas castrenses, (que pagamos, y que recuerdan tiempos pretéritos en que Papas, Reyes y frailes bendecían a todo aquel que se iba dispuesto a combatir en nombre de Dios), pueden llegar a ostentar grados militares hasta el generalato. Y gracias a la Orden Ministerial 84/2011, de 18 de noviembre, estos capellanes castrenses están mejor encuadrados en la estructura jerárquica de los ejércitos.

La actualidad del tema viene dada porque hoy una noticia aparecida en el blog El Fiscal señalaba la participación del capellán y teniente coronel del Ejército, Manuel Gómez Rivera, en una jura de bandera organizada para quinientos civiles en la Plaza Nueva de Sevilla. (Prensa …Entre las personas que han prestado juramento o promesa de fidelidad a la bandera, se han encontrado el cónsul de El Salvador, el Jefe de la Policía de Andalucía Occidental y el rector de la Universidad de Sevilla (US)…)
La noticia: Fuente El Fiscal
La sotana de un sacerdote con rango de teniente coronel
Se llama Manuel Gómez Rivera y tiene la consideración de teniente coronel del Ejército. Es capellán al servicio de las Fuerzas Armadas. Dentro de la uniformidad de los capellanes castrenses españoles, puede utilizar la sotana con los ribetes del morado episcopal por privilegios de la Santa Sede. Se trata de una costumbre muy arraigada en el clero que tiene como vocación el servicio a los militares, y la verdad es que es un uso muy aceptado tanto por la jerarquía eclesiástica como por el Ejército.
Don Manuel participó el pasado domingo en la jura de bandera organizada para quinientos civiles en la Plaza Nueva. Su estética, que a muchos recordaba a una España en sepia, llamó especialmente la atención del público más observador.
Ni se ven ya curas con sotana, ni mucho menos con semejante ferretería de medallas. Desde que falleció monseñor Álvarez Allende, la sotana ha quedado para el entrañable padre Polo. Y para las ocasiones de gala de este pedazo de teniente coronel, que pareciera sacado de una novela de Cela.

Te preguntas: ¿Qué hacen curas católicos, y con rango militar, en el ejército de un país aconfesional?, la respuesta es sencilla: “Lo mismo que hacen los cuerpos eclesiásticos castrenses de casi todos los ejércitos del mundo” dar asistencia religiosa a los soldados creyentes. Y la mayoría, entre ellos el español, se integra en los ejércitos con uniformes militares (en España, la sotana o el uniforme de campaña), divisas, emblemas, etc. Incluso en la URSS se dieron cuenta que sus combatientes tenían mejor la moral si se les prestaba asistencia religiosa.
Te parecerá una tontería. Quizás seas antimilitarista y anticlerical. Yo soy algo más. Yo quiero que no exista ningún ejército en el mundo, que no exista ninguna policía y que todas las personas tengan un nivel conciencial que nos permita vivir practicando el amor incondicional y el perdón hacia los demás.
Pero la realidad es la que es, y mientras que exista gente con maldad o malos instintos las sociedades se tienen que defender. Por pedir que no quede. Gracias y un abrazo sincero.