¿Último? La Audiencia de Madrid entiende que un arquitecto municipal y un jefe de área del ayuntamiento de El Escorial intentaron “facilitar una solución” al permitir la construcción irregular de una capilla para que una congregación religiosa honrase a la mujer que afirmó durante años haber visto a la Virgen

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18 de noviembre de 2024 / Fuentes: El Diario / El Diario/ ABC/ TVE
El juicio penal por las licencias que permitieron levantar la capilla de la vidente sobre suelo protegido quedó visto para sentencia en Madrid en abril de 2023, con la Fiscalía pidiendo cárcel para dos técnicos municipales. En las acusaciones, la licencia provisional que concedió el ayuntamiento de El Escorial (Madrid) para que levantaran una capilla en el lugar donde, durante décadas, una vidente afirmaba haber canalizado apariciones de la Virgen Dolorosa. Detrás del pleito, casi cuatro décadas de una polémica que incluye mensajes supuestamente divinos, irregularidades urbanísticas y un entramado societario con un fraude fiscal millonario.
Ahora, noviembre de 2024, la Audiencia de Madrid entiende que un arquitecto municipal y un jefe de área del ayuntamiento de El Escorial intentaron “facilitar una solución” al permitir la construcción irregular de una capilla para que una congregación religiosa honrase a la mujer que afirmó durante años haber visto a la Virgen.
La primera sentencia que declaró la irregularidad administrativa de la licencia llegó en 2016. La capilla no se derribó hasta 2020. Ahora la Audiencia de Madrid destaca que la construcción “se desmontó fácilmente en poco tiempo”, apenas cuatro días según un testigo, y que “no se causó daño alguno al medioambiente”. “No ha quedado acreditado que se haya producido daño alguno, menos irreversible, a la cubierta vegetal ni a los demás valores objeto de protección en el suelo sobre el que se levantó la iglesia”, zanja el tribunal.
Ante esa duda razonable, el tribunal retira las condenas de prevaricación de cuatro meses y medio de prisión para el arquitecto municipal y el jefe de área del consistorio de El Escorial, y también rechaza el recurso con el que la Asociación de Víctimas de las Apariciones, la acusación que ha impulsado el caso, solicitaba revocar la absolución de las Seglares Reparadoras, que también se sentaron en el banquillo en 2023. La Fiscalía había pedido confirmar la sentencia anterior.
Esta Asociación denuncia que la congregación no solo delinquió en la construcción de la capilla ya derribada, sino que también ha actuado como una “secta” y apuntando a quienes considera “cómplices de una vulgar vidente y sus alucinaciones”.
La resolución todavía es recurrible ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.
¿Dónde está el origen de toda esta historia?
La génesis de toda esta historia tiene nombre y apellidos: Luz Amparo Cuevas. Nacida en la localidad albaceteña de Peñascosa en 1931, se instaló en la sierra de Madrid en los años setenta y anunció su primer contacto con la Virgen Dolorosa en 1981. El pretendido milagro de El Escorial tiene una fecha: 14 de junio de 1981 . Ese día Amparo Cuevas , que había cumplido 50 años, tuvo una visión de la Virgen de los Dolores sobre el fresno de la finca llamada Prado Nuevo en esa localidad madrileña.
La madre de Dios, según su testimonio, le dijo estas palabras: «Quiero que se construya en este lugar una capilla en mi honor . Si hacéis lo que yo digo, el agua de esta fuente curará . Todo el que venga a rezar aquí será bendecido por mí. Haced penitencia. Orad». “Quiero que se construya en este lugar una capilla en mi honor. Si hacéis lo que yo digo, el agua de esta fuente curará”, dijo supuestamente la madre de Dios. Según explicó en TVE, previamente había escuchado su voz mientras trabajaba. Se atribuyó a una bajada de tensión. «Amparo Cuevas tenía unos rasgos de personalidad peculiares», aseguró un psiquiatra que habló con ella.
Dos años después, a Amparo se le volvió a aparecer la Virgen en el mismo paraje, pidiendo la construcción de casas de acogida para los pobres . A partir de este momento, la vidente asegura que la Dolorosa le habla con frecuencia y le hace continuas revelaciones sobre su voluntad . Según su versión, la Virgen se le muestra en 376 ocasiones a lo largo de más de una década.
El testimonio de Amparo Cuevas, una mujer que apenas sabía leer y escribir, movilizó a decenas de miles de personas de todo el mundo católico, que acudieron a visitar Prado Nuevo y donaron una cantidad indeterminada de dinero, con toda seguridad millones de euros , para la construcción de la capilla y las fundaciones promovidas por la visionaria.
Buscar la piedra sobre la que edificar la capilla se convirtió entonces en una de las obsesiones de una congregación que cada fin de semana reunía a miles de fieles en El Escorial. Pero Prado Nuevo, la finca donde la supuesta vidente contactaba con la Virgen, no era el sitio idóneo para reproducir el evangelio de San Mateo, no por motivos divinos sino por la calificación de su suelo: hubo negociaciones con el ayuntamiento y recogidas de firmas mientras el fenómeno de Amparo Cuevas alcanzaba dimensión internacional en la década de los noventa.
La Iglesia Católica no aceptó la verosimilitud de las apariciones y, en concreto, el arzobispo de Madrid, Ángel Suquía, ordenó una investigación en 1985 que concluyó que no había indicios que confirmasen el carácter sobrenatural del fenómeno.
La supuesta vidente falleció en agosto de 2012. Pero antes de su fallecimiento fue denunciada por estafa y maltrato psicológico a 15 menores de edad que vivían en unas casas financiadas por una de sus fundaciones. El propio Defensor del Menor de Madrid avaló el fundamento de esa acción judicial. Para entonces la Iglesia Católica no había dado carta de naturaleza a esas apariciones y comunicaciones de la Virgen de los Dolores pero Antonio María Rouco Varela, en ese momento cardenal arzobispo de Madrid, había autorizado las misas y la asistencia de sacerdotes y religiosos. La capilla que había pedido la Virgen para que el agua de la fuente fuera curativa, finalmente fue levantada e inaugurada unos días más tarde de la muerte de Cuevas.
El agua de la zona no solo no curaba enfermedades sino que, además, la capilla fue construida de forma irregular. En 2016 un juzgado de Madrid declaró que la licencia provisional que el consistorio de El Escorial había concedido y prorrogado en 2012 a la asociación de Seglares Reparadoras era ilegal porque ese terreno estaba protegido y no era, por tanto, urbanizable. El terreno tenía “especial protección”, tal y como confirmaron todos los tribunales contencioso-administrativos que analizaron el caso.
Tras la muerte de la «vidente»
Amparo Cuevas, autoproclamada vidente en la localidad madrileña de El Escorial, tras su fallecimiento, dejó para la historia decenas de supuestas apariciones y comunicaciones de Dios a través de su boca, pero también varias causas judiciales. Una de ellas fue la que declaró que su capilla fue construida ilegalmente en suelo protegido en la sierra de Madrid –derribada definitivamente en 2020- o lo relacionado con su enterramiento y la otra, dictada en 2023 por el Tribunal Supremo, la que ha confirmado cuatro años y tres meses de cárcel al presidente de una fundación ligada a su entramado por usarla para esquivar a Hacienda.
Se trata de la Fundación Benéfica San Andrés, creada e inscrita en 2005 con un capital social de 30.000 euros. Al frente, en calidad de presidente, estaba el condenado Cándido Martín. En la nómina de vicepresidentes estaba Pedro Besari, considerado portavoz de la vidente. En la lista de movimientos económicos de la Fundación, recogida por la Justicia, están la Fundación Benéfica Virgen de los Dolores y la Asociación Pública de Fieles Reparadores, igualmente vinculadas a la vidente y su entorno.
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Los jueces definieron este ovillo de fundaciones y asociaciones como un “entramado” con la misma sede en la Avenida Carlos III de El Escorial, con las mismas personas físicas como autorizadas en las cuentas y unos patronatos prácticamente idénticos. “Se trataba de cambiar bienes y dinero de una a otras fundaciones sin mayor sentido ni control”, dijo una inspectora de Hacienda sobre este juicio.
Un proceso judicial que giró en torno a Cándido Martín y el uso que dio durante años a esta Fundación Benéfica San Andrés, ajeno a la religión y cercano al mundo inmobiliario. Su objetivo cuando creó esta Fundación no era hacer ninguna labor social o benéfica sino seguir “en la actividad de promoción inmobiliaria de compraventa de terrenos” que había desarrollado hasta ese momento a través de tres empresas distintas, pero con un ahorro fiscal importante al hacerlo a través de una fundación.
El Tribunal Supremo declaró probadas en firme estas compraventas de terrenos en varios lugares de España. Fincas en Tarancón (Cuenca), Camino Viejo de Tornadizo y Valle de Amblés (Ávila) y la calle Alcalá de Madrid. Todo entre los años 2005 y 2007 dejando de pagar un total de siete millones de euros por el Impuesto de Sociedades.
Lo último en esta historia por el momento, como sabemos, la absolución de, por parte de la Audiencia de Madrid, de los responsables de autorizar la capilla ilegal de la vidente de El Escorial un arquitecto municipal y un jefe de área del ayuntamiento

















