Control, castigos y muerte social en los Testigos de Jehová, cuya calificación como «secta destructiva», está amparada por una sentencia. Testimonios

Una sentencia desestima una demanda de la organización religiosa contra una asociación de antiguos fieles que se declaran sus víctimas: La libertad de expresión ampara calificar a los Testigos de Jehová de “secta destructiva”, según una sentencia

Congreso de los Testigos de Jehová en una imagen de archivo / EFE
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Varias fuentes (1), 15 de diciembre de 2023

Los Testigos de Jehová en España han perdido, al menos por el momento, la guerra judicial con la asociación que afirma haber sido víctima de sus prácticas religiosas. La denuncia con la que empezó todo fue la primera que una religión interponía contra antiguos fieles, cosa que según miembros de la AEVTJ demuestra las prácticas “violentas” de la organización. Un juzgado de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz ha dictado una sentencia, todavía recurrible,(2) que rechaza la petición de esta confesión religiosa de borrar del mapa a la Asociación Española de Víctimas de los Testigos de Jehová, a la que acusaba de vulnerar su honor. por denunciar en notas de prensa y comunicados que su comportamiento, sobre todo con antiguos miembros, era parecido al de una secta religiosa.

De esta manera, se zanja una reyerta judicial que se inició en noviembre de 2022 con una denuncia por vulneración al derecho al honor que interpuso el credo contra la Asociación Española de Víctimas de los Testigos de Jehová (AEVT). Requerían, precisamente, que dejaran de usar el término “víctimas”.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Torrejón de Ardoz  acepta que los testigos de Jehová puedan ser calificados como «secta destructiva» y sus seguidores como «víctimas»

La demanda se había presentado al considerar la organización que la asociación recogía en sus estatutos “una serie de manifestaciones atentatorias contra el honor de toda la confesión religiosa y de sus miembros”. El fallo declara que no ha existido vulneración del derecho al honor al mantener los derechos a la libertad de expresión e información su prevalencia sobre el derecho al honor.

La jueza recogió numerosas críticas de antiguos miembros de esa confesión religiosa contra determinadas prácticas o abusos que vivieron. En una resolución extensa, explica que los afectados han contado casos reales y que tienen derecho a criticar en público a los Testigos, incluso a referirse a ellos como una “secta” con control total sobre sus fieles, ostracismo hacia los expulsados ​​y encubrimiento de abusos sexuales en el pasado.

La sentencia recoge que las expresiones objeto de este litigio en alusión a si la organización es “una secta destructiva” no son, en absoluto, baladíes, pues “se trata de la atribución de serias y graves consecuencias a comportamientos basados en creencias de la confesión demandante”.

Cita en concreto “muerte social, ostracismo, trastornos mentales, ideas o actos autolíticos, discriminación, encubrimiento de posibles delitos, omisión de tratamiento médico vital o comportamiento sectario”, entre otros. Ante ello, recalca que ello no significa directamente que sean injuriosas, por más que “la confesión religiosa los considere denigrantes e insultantes”.

En la argumentación, expone que el objetivo de la asociación no es la extinción de la confesión religiosa, sino su adecuación “a lo que la asociación tiene por normas más justas e informar a quien desee acercarse de lo que la institución demandada entiende como consecuencias de ese acercamiento, que pueden ser negativas para las vidas de las personas”.

En cuanto a la calificación de víctimas se señala que “numerosísimas personas aseguran haber sufrido muchos daños a consecuencia de su experiencia como fieles de una confesión religiosa, y prohibir este término en la denominación de la Asociación sería una censura injustificada para estas personas que emiten libremente su opinión a raíz de vivencias en primera persona”.

Testigos de Jehová

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Los Testigos de Jehová figuran en el registro de entidades religiosas desde que se permitió la libertad religiosa en 1968. Sin embargo, la mera inscripción no implica un control continuo sobre su gestión interna. ¿Dónde se traza la línea entre la libertad religiosa y la posible manipulación sectaria? se preguntaban en La Sexta.

Los Testigos de Jehová, según explican en su propia página web, constituyen una ramificación del cristianismo que cuenta con casi 118.000 congregaciones en todo el mundo y, a tenor de los datos de 2022, con casi 8,7 millones de “publicadores” o predicadores repartidos en 239 países. Entre otros principios, no niegan la ciencia o la medicina pero rechazan “aquellos tratamientos que violan los principios bíblicos”. En España, la Asociación de Víctimas asegura que recoge a antiguos adeptos que denuncian lo que definen como “prácticas coercitivas”, desde “la presión emocional y personal de sus fieles” a “faltar a la dignidad, al derecho del honor y a la intimidad” pasando por “el ostracismo” llegando a la “total devastación que sufrimos quienes escapamos de esta institución altamente coercitiva”, afirman en su página web.

Personas expulsadas dan testimonio de las prácticas abusivas que ejercía el culto sobre sus vidas

A finales de marzo, Joana quedó para comer con sus padres para despedirse de ellos. No es que se fuera de viaje ni a vivir a otro país. Esta joven de 27 años fue expulsada hace unas semanas de los Testigos de Jehová, religión a la que había pertenecido desde que nació y que estipula que sus miembros no pueden tener contacto alguno con las personas expulsadas.

Esta joven de 27 años es una de las casi 200 personas que conforman la Asociación Española de Víctimas de los Testigos de Jehová (AEVTJ), que desde 2019 se ha dedicado a denunciar el ostracismo al que son sometidos los antiguos miembros y las “prácticas coercitivas”. y presión emocional a los fieles”. Una asociación que ahora está de celebración tras una sentencia pionera que dicta que esta religión es una “secta” y que ejerce un “control excesivo” sobre sus miembros .

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Al fin, se reconoce “el calvario sufrido” por los exmiembros de los Testigos de Jehová, tal como apuntan desde la AEVTJ, que se felicitan por el fallo. A pesar de que los Testigos de Jehová hayan asegurado ante la jueza que no condenan a nadie al ostracismo ni obligan a sus fieles a retirar el saludo a los antiguos miembros, estas palabras no sólo son desmentidas por testimonios de decenas de víctimas -que participaron en el juicio-, sino por publicaciones de la misma organización en Internet y en documentos internos.

En el manual ‘Pastor en el rebaño de Dios’, un documento interno que ha podido consultar elDiario.es y que dicta las normas y los preceptos que deben seguir los Consejos de Ancianos (órganos encargados de tomar decisiones incuestionables), se estipula que el “contacto con expulsados” es un “pecado” y se establece que, “si a pesar de los repetidos consejos, un hermano tiene trato voluntario, continuo e innecesario con personas expulsadas o desasociadas que no son familiares, se deberá tomar acción judicial”.

La cursiva que, supuestamente, salva a los familiares directos de participar en el ostracismo al que se condena a los expulsados, es “una mentira para quedar bien”, según apunta Joana, una joven extestigo que vivió en sus carnes el rechazo de su propia madre cuando decidió abandonar el credo. “Primero está Jehová y luego tú”, le espetó cuando decidió dejar la organización. “Eres la decepción de mi vida. No quiero saber más de ti”. Y así fue: tras casi 10 meses de su expulsión, no ha vuelto a verla ni a hablar con ella.

Una vida en que casi todo es pecado.

[Lista de pecados en documentos internos de los Testigos de Jehová en PDF]

Ángel también ha perdido el contacto con toda su familia. Su madre se unió a los Testigos estando embarazada de él y se considera “adoctrinado desde pequeño”. Este hombre de 50 años salió de la religión hace casi 30 y ahora es portavoz de la AEVTJ. Desde que dejó atrás su etapa en los Testigos, la relación con su madre y su hermana finalizó de golpe.

El único de la familia que no se había introducido en la doctrina era el hermano de Ángel, pero también perdió el contacto con él. “Cuando salí, vino a vivir un tiempo conmigo, porque él fumaba y hacía cosas que la religión tiene prohibidas y la convivencia con mi madre era imposible. Pero al poco, lograron convencerlo de volver y creo que también de hacerse testigo”, especula Ángel, a quien hace años que su hermano no responde ni los mensajes ni las llamadas.

Las prohibiciones en los Testigos de Jehová son muchas, diversas y estrictas. En documentos internos a los que ha tenido acceso elDiario.es se cuentan 33 pecados. Son conceptos genéricos como “Lujuria”, “Negarse a proveer a la familia” o “Apostasía”. El problema es que dentro de estos caben muchas cosas. ¿Ver un programa de televisión con escenas de pasión? Pecado. ¿Donar o recibir sangre? Pecado. ¿Vestir de manera inapropiada, fumar, drogarse o tener cualquier contacto físico más íntimo que un beso o un abrazo antes del matrimonio? Pecado.

Incluso celebrar cumpleaños o la Navidad se considera apostasía, ya que los Testigos de Jehová sólo reconocen como festividad no pagana la conmemoración de la muerte de Cristo. Ángel recuerda esta norma como una prohibición especialmente dura, que le hizo blanco de ‘bullying’ en la escuela, ya que no podía participar de los carnavales o ni siquiera hacer manualidades para el día de la madre.

Los Testigos de Jehová prometen la vida eterna, pero sólo para aquellos que sigan los preceptos de Jesús y que no caigan en la tentación del maligno. Pero éste tiene los tentáculos muy largos: “Nos decían que todo lo que estaba fuera de la asociación pertenece a Satanás”, relata Ángel. Cansado de tantas normas estrictas y, supuestamente, basado en la Biblia, este extestigo inició una investigación sobre las escrituras. “Después de cuatro años de estudio, me di cuenta de que muchas de las doctrinas no están en absoluto basadas en la Biblia”, explica.

En un entorno tan hermético como el de los Testigos de Jehová, enseguida se empezaron a levantar rumores sobre las dudas de Ángel, así que antes de que le expulsaran por apóstata, decidió presentar él mismo su carta de renuncia. “Al momento de hacerse oficial, las 400 personas de mi Salón [del Reino, nombre de los locales de encuentro y oración], entre los que había amigos y familia, recibieron orden de no dirigirme ni un saludo”, se lamenta.

Los Testigos se escudan en pasajes de La Biblia como el libro de los Corintios o el de Juan para justificar la condena al ostracismo para los expulsados ​​o algunas prohibiciones como la de hacer transfusiones de sangre o fumar. Pero las escrituras son tan interpretables que podrían servir para justificar muchas cosas.

Así, el problema, según Flaquer, no es el texto, sino la interpretación que pueda hacer de ellos un grupo con “rasgos sectarios” que “obliga a separarse de otros, que pone dificultad para dejar el grupo y persigue a los que se marchan”. ”. Igualmente, Flaquer rompe una lanza a favor de los hermanos y hermanas de las congregaciones y destaca que la culpa no es de los fieles, sino de la organización que imbuye a llevar a cabo ciertas prácticas.

Miguel Perlado, psicólogo experto atención en a víctimas de sectas y también profesor del máster en Espiritualidad Transcultural de la Universidad Loyola, se muestra de acuerdo con Flaquer. Reconoce “prácticas sectarias” en los Testigos e insiste en no culpar a sus miembros. “La dimensión espiritual tiene que ser atendida. El problema es que, mientras hay prácticas que favorecen la autonomía, otras impulsan a la dependencia”, explica.

Además, también concuerda con la jueza y asegura que las personas expulsadas y exmiembros pueden ser calificadas de víctimas, puesto que “los términos del acuerdo con el grupo tienen grados de consentimiento viciado. Hay engaño en las prácticas de este grupo religioso”, apunta. Pero, ¿cómo llega una religión que asegura que promueve la concordia y la paz a promover el ostracismo? Según Perlado, en los Testigos de Jehová se juega con el miedo.

Se trata de una religión que promete, a través del cumplimiento de sus doctrinas, llegar a la vida eterna. Esto da a sus miembros un sentimiento de pertenencia y exclusividad que hace de gancho. “Ser el elegido es algo que une”, explica el psicólogo. Pero, para que haya vida eterna, debe haber algo parecido a un apocalipsis. Y para que unos la consigan y otros no, tiene que haber sacrificios. Y ahí entra el miedo.

“Es un mensaje esquizofrénico, que hace que se te fundan los plomos. Cualquiera es bienvenida, pero lo de fuera del grupo es el mal. Y, si te relacionas con ese mal o incumples las doctrinas, te quedas sin el premio que llevas años trabajando”, resume Perlado. “Hay castigos ejemplares que se aseguran que sean públicos, para que, aunque no te los impongan a ti, los tengas muy presentes”, añade, en referencia a que, por ejemplo, las expulsiones se anuncian de manera ejemplarizante, frente a los todos fieles, no en privado.

Todos los extestigos entrevistados para el reportaje de El Diario y/o para La Sexta relatan el funambulismo entre los mensajes positivos y las amenazas. Gloria es una de ellas. Ella comenzó a estudiar la Biblia con 10 años, después de que su familia la introdujo en los Testigos. Su vida no había sido nada fácil: su madre sufría de problemas de salud mental y se habían dado episodios de violencia en su casa. Por eso, cuando le abrió las puertas del Salón del Reino, Gloria estaba encantada. “Ese acogimiento fue un regalo del cielo, porque era lo contrario que tenía en casa”.

Y luego, había otro regalo. La vida eterna, la resurrección en el paraíso, tras una vida terrenal llena de disgustos. “Lo que no te cuentan es el precio a pagar”, relata Gloria. Aún así, ella cumplió. Se vistió como le dijeron, se mantuvo virgen hasta el matrimonio, prohibió a sus hijos que participaran en celebraciones en el colegio y, también, negó el saludo a los expulsados. “La alegría que te da cuando llega alguien nuevo, porque es otra alma que se salva, se transforma en una pena tremenda cuando se van. Pero excluirlos es la manera de salvar a los que se quedan. O eso nos dicen”, relata Gloria.

Ella misma sufrió el abandono en sus carnes. Hace unos años, su matrimonio empezó a hacer aguas: su marido la hostigaba y la maltrataba, así que ella empezó una relación con otro testigo, cosa que, obviamente, es pecado. “Me expulsaron por haberme enamorado”, se lamenta Gloria, quien fue denunciada ante el Consejo de Ancianos por su propio marido. Su comité de expulsión duró tres meses, durante los cuales fue sometida a humillaciones y preguntas “desesperantes”.

Su vida entera, desde los 10 hasta los 41 años, se había dado puertas para adentro de esa religión hermética. Y luego, la soledad. “Iba por la calle con gafas de sol para que no me reconocieran”, relata Gloria. Su nueva pareja murió pocos meses después, así que quedó sin lazos. “Es tan perverso todo que el Consejo de Ancianos hizo que mi mejor amiga formara pareja para salir a predicar con la novia de mi exmarido. Para asegurar que no pudiera hablarme en ningún caso”, cuenta esta mujer.

Todos los testimonios entrevistados han sufrido en sus carnes el ostracismo que los Testigos de Jehová niegan practicar. Pero el suplicio no es solo perder amigos y familia, sino que forjar nuevos lazos también puede llegar a ser traumático. Así lo cuenta Ángel, quien asegura que, después de 21 años, todavía tiene secuelas. “Son traumas de por vida”. Él tardó dos años en poder integrarse de nuevo en la sociedad. “A mi alrededor sólo veía gente mundana. Ver personas fumando o besándose me producía rechazo”, cuenta Ángel, que todavía necesita asistencia psicológica para superar “cosas muy graves” y para “no juzgar a la gente por sus actos”.

Las salidas traumáticas son típicas de los grupos sectarios, tal como explica Miguel Perlado. “Hay miedo a actividades cotidianas, se debe redescubrir todo”, explica. Esto hace que muchos extestigos pasen de ser cristianos devotos a ateos despechados. La expulsión supone la pérdida de lazos con los seres queridos y el fin de la espiritualidad, algo que para muchas personas es un pilar en su día a día.

Pero, a pesar del dolor sufrido, hoy personas como Gloria, Joana o Ángel pueden celebrar que la justicia les da la razón. Hoy el mundo sabe que el castigo que se les impuso fue desproporcionado, que no hicieron nada malo. Ellos son la muestra de cómo una vida puede derrumbarse sólo por dudar o por enamorarse.  

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(1) Fuentes

El País, La libertad de expresión ampara calificar a los Testigos de Jehová de “secta destructiva”, según una sentencia

20 Minutos: Una jueza de Madrid acepta que los testigos de Jehová puedan ser calificados como «secta destructiva» y sus seguidores como «víctimas»

El Diario: Víctimas de los Testigos de Jehová ganan en los juzgados el derecho a denunciar su “control total” sobre los fieles

La Sexta: ¿Son los Testigos de Jehová una religión legítima o una secta destructiva?

El Diario: Control, castigos y muerte social en los Testigos de Jehová: “Mi familia recibió orden de retirarme el saludo”

La Sexta: Una víctima de los Testigos de Jehová cuenta la realidad tras «la secta»: «Tienes que dejar tus amistades porque son del mundo de Satanás»

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(2) 20 Minutos: Los testigos de Jehová, «perplejos y consternados» por la sentencia que permite llamarles «secta» y dicen que la recurrirán

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