El Micalet a nombre de la iglesia desde 2014

La Iglesia aprovechó la ley de Aznar para poner a su nombre en 2014 la torre del Micalet en València pese a su histórico uso civil

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Fotograma reportaje de Zoom, Á Punt

Laura Martínez, El Diario / À Punt, 9 de junio de 2021

En 2014, en vísperas de concluir el periodo legal, la Iglesia incluyó en su lista uno de los inmuebles más emblemáticos de la ciudad de Valencia: la torre del Micalet. El programa de investigación Zoom de À Punt Media, que abordó las inmatriculaciones eclesiásticas en la Comunidad Valenciana, reprodujo este pasado lunes el documento del registro en el que se inscribe “la torre campanario, denominada Miguelete”, un edificio que tradicionalmente ha unido su uso religioso y civil. El histórico campanario construido a finales del siglo XIV sirvió de torre vigía, de advertencia ante la llegada de barcos a la ciudad, para marcar el toque de queda a los habitantes de murallas hacia dentro y de alerta antiaérea durante la Guerra Civil.

Subir los 214 escalones de uno de los edificios emblemáticos de València cuesta dos euros que se han de pagar en efectivo. Multiplicar esa cifra por los miles de visitantes que la torre recibe al año y aplicarle los impuestos correspondientes supondría no solo un ingreso para el Estado, sino equiparar las posesiones eclesiásticas con las del resto de los mortales.

Más allá del debate sobre la propiedad de un inmueble anexo a un edificio religioso, cabe recordar que la construcción de la torre fue un proyecto compartido del Consell de la ciudad y el cabildo de la catedral, se erigió sobre suelo municipal y estaba inicialmente aislado hasta que una ampliación del conjunto catedralicio lo absorbió. Es decir, que se pagó con dinero público.

Al exhibirse la lista de bienes inmatriculados, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de València se emplazaron a iniciar acciones legales para recuperar los bienes y estudiar el cobro de impuestos. La consellera de Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo, aseguró que iniciaron el procedimiento para “averiguar qué bienes, de los expoliados en nuestro territorio, son de titularidad pública para poder realizar todas las acciones posibles que permitan recuperarlos para el patrimonio público, que es donde siempre debieron estar”. Mientras, el alcalde, Joan Ribó, ha puesto en marcha un informe para estudiar el patrimonio inmatriculado, con especial interés en las viviendas, almacenes y otras dependencias que, de tener carácter público, activaría los procesos legales correspondientes para recuperarlos.

Sagradas escrituras. El patrimonio de la iglesia (Vídeo)

ZOOM, Á Punt Enlace al programa
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El programa aporta datos concretos sobre la recaudación tributaria que tendría el Estado si a las entradas a la torre y a la catedral se les aplicara el IVA al 21% / ‘Zoom’

El reportaje ilustra acerca de las inmatriculaciones que constan en el listado que hizo público el gobierno español en febrero, que recoge los bienes immatriculados por la Iglesia de 1998 a 2015 y que en la Comunidad Valenciana, es de 912 inmuebles . El 21% de los cuales no corresponden a edificios de culto, sino a otro tipo de propiedades como casas, solares anexados o bajos comerciales, a los que el alcalde de Valencia, Joan Ribó, asegura que por una cuestión legal no se les puede cobrar el IBI, pero calcula que el Ayuntamiento de Valencia obtendría entre tres y cuatro millones de euros anuales, si la Iglesia tributara por los bienes inmuebles de que dispone. Alrededor de 1.000 inmuebles no están pagando el IBI.

Y entre el listado de bienes inmatriculados está el Micalet.

En el programa se hace un repaso por la historia del Micalet de la mano de José Gomar, historiador del museo de la catedral que recuerda como el Micalet inicialmente no estaba pegado a la catedral, había unos metros de distancia entre los dos inmuebles y tenía dos puertas, una para el acceso civil, como el relojero, y otra con fines religiosas, que era por donde accedían los campaneros para encargarse de los toques eclesiásticos. Pero “sesenta o setenta años después de su construcción” el Micalet se adosó a la catedral. 

Gomar recuerda que esta icónica torre siempre ha combinado el uso religioso con el civil. De hecho, argumentaba que el Micalet aparte de ofrecer un servicio público con el toque de las horas, también ha servido a lo largo de la historia como torre vigía, como punto de transmisión telegráfica en el siglo XIX o, más recientemente, durante la Guerra Civil, como base para instalar una ametralladora antiaérea. 

A pesar del origen también civil del campanario, la Iglesia se le inscribió a su nombre, como consta actualmente en el registro y pudo comprobar À Punto accediendo a la copia simple que lo acredita.

Pero, además, el programa profundiza en el caso y aporta datos concretos, si en las entradas de la catedral se les aplicara el IVA, el Estado recaudaría más de 500.000 euros al año y más de 100.000 € en el caso de los tickets del Micalet. Una práctica que, según Juanjo Picó, es “legal pero claramente ilegítima”. El portavoz de Valencia Laica asegura que la Iglesia está “haciendo negocio porque ni declara ni tributa.”

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