El dictador Franco dejó atado y bien atado con la firma del concordato Iglesia-Estado, hoy todavía sin derogar.

MIKEL URABAIEN OTAMENDI
Peio Mª Senosiain Elizaga, El Salto, 13 de mayo de 2021
Quiero homenajear a Benito Pérez Galdós, a 101 años de su fallecimiento, personaje ilustre de las letras hispánicas y ejemplo en la construcción de una sociedad laica, donde la educación sea base y pilar de sociedades verdaderamente democráticas.
Incluso pasó por Pamplona haciendo “proselitismo”, se reunió con las Juntas del Comité Republicano y de la Juventud Democrática, no había terminado la primera década del siglo XX. En 1910, en Madrid, transcurrió una gran manifestación anticlerical. Él encabezaba la comitiva junto con otros relevantes y abrazados personajes. Siempre la convulsa y tradicionalista España dividida en dos mitades hasta que llegó el fascismo y la puso en una única columna militar nacionalcatólica y retrotraerla al medievo. Siempre, eso sí, ejerciendo la economía capitalista a ultranza: amos y siervos con resultado de plaga, “el covid” y el cambio climático en ascendente desigualdad social.
Quiero pasar al tema de abusos sexuales de la Iglesia y al laicismo, dejando un sincero legado del humanista Benito Pérez Galdós, quien escribió a una de sus respetadas amantes en 1913: “Respecto a la cuestión religiosa, distinguimos entre el aspecto espiritual y el aspecto positivista que en dicha frase se encierran. Lo concerniente al puro ideal religioso es digno del mayor respeto; lo que atañe al clericalismo, que es un partido político inspirado en brutales egoísmos y en el ansia de dominación sobre las conciencias y aún sobre los estómagos, no podemos por menos de manifestar todos nuestros odios con tan ruin secta”.
Han pasado años y empezada la tercera década del siglo XXI y en Iberia, en el Estado Español, no se ha desligado el poder terrenal del poder celestial que el dictador Franco dejó atado y bien atado con la firma del concordato Iglesia-Estado, hoy todavía sin derogar. Seguimos “legalmente” impidiendo que la Ley del Menor, en cuanto a delitos de abusos sexuales, se retrotraiga más allá de 30 años pasados, al franquismo puro y duro.
Nuestros casos, mi caso, es anterior, tiene más de 50 años… y el dolor —sin justicia— no prescribe. ¿Cómo es posible, por qué? Sencillamente la Iglesia Católica Romana tiene un poder terrenal desmesurado, desde Constantino —siglo IV—, y sirve para adormecer conciencias y se siga robando al pueblo en nombre de no sé qué dios. Como casi siempre en la historia se necesitan traidores para mantener la ignominia y en nuestra geografía hispánica, por prebendas y privilegios, haylos a patadas (en la manifestación del 1910 estaba un tal Pablo Iglesias, fundador de los socialistas de la conjunción).
Antes de cofundar la Asociación Navarra de Víctimas de Abusos sexuales de la Iglesia ya pertenecía como activista a Europa Laica/Laikoa, es decir, tengo conciencia y constancia del problema que tenemos en el Estado Español con la Educación, todavía; con dinero público se subvencionan escuelas que adoctrinan en la diferencia, en el “derecho/la libertad!” ante la desigualdad por herencia divina, ¡por qué así lo quiere dios! Inventadxos por humanos muy misóginos y militarizados, eso sí… hasta la OTAN de hoy.
Hoy trabajamos la necesidad de laicidad ateos, agnósticos, cristianos de base, cristianos por el socialismo, etc., por una sociedad Laica/Laikoa, fuera de cualquier privilegio, como se redactó al “Cristo de las Bienaventuranzas”; sin Inmatriculaciones, sin casilla IRPF en la renta!!!, con IBI! …..y otras pecaminosas y delictivas actuaciones terrenales.
Termino con una nota de don Benito dedicada al introductor de la neuropsiquiatría en el Estado español José M. Esquerdo y asistente a la manifestación de 1910: “Apostol y caudillo de dos religiones: La Ciencia y la República”. Pues eso.